Alrededor de 550 denuncias por delitos económicos recibió la PDI en 2022
Cerca de 550 denuncias por delitos económicos recibió la Policía de Investigaciones durante 2022 en la Región de Magallanes. En total representan al 60% del total de casos que la PDI atendió durante el año pasado, lo que demuestra la importancia de la ocurrencia de este tipo de hechos en la zona.
En el caso de los delitos de tipo económico éstos abarcan una amplia variedad, que van desde estafa, uso indebido de tarjetas de crédito y de débito, o apropiación indebida, por nombrar algunas.
La mayoría de ellos, el 50%, corresponde a denuncias por estafa, y le siguen, con 17%, las denuncias por uso fraudulento de tarjeta de crédito o débito.
Así lo informó el subprefecto Marco Muñoz, jefe (s) de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (Bridec) Punta Arenas de la PDI.
El oficial de la policía civil señaló que, por causa de la pandemia del Covid-19, disminuyeron ostensiblemente las transacciones por internet y, con ello, también se apreció una notoria merma en las denuncias por estafas durante los años 2020 y 2021. Ya entrando a 2022 –y con la paulatina vuelta a la normalidad- las denuncias por estafas volvieron a incrementarse a los niveles conocidos antes de que irrumpiera el coronavirus en la vida de las personas.
Hay que denunciar
Esta semana se conoció el caso de una clienta de Ripley que denuncia que, a pesar de tener un cupo de sólo $250 mil, le sustrajeron $2,7 millones de su cuenta. Ella hizo la denuncia en la PDI y en el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) y se contactó con los representantes de Ripley en Punta Arenas, quienes le manifestaron que probablemente el ilícito habría ocurrido al interior de la empresa, desde Santiago.
Para el subprefecto Marco Muñoz resulta muy importante que la persona afectada denuncie los hechos ocurridos. La PDI, al recepcionar las acusaciones, informa al Ministerio Público y a partir de ahí se revisan los antecedentes y se inicia la investigación formal.
“Si la gente no denuncia no se lleva un catastro y estadística de lo que está ocurriendo en la región y en el país”, afirma el jefe policial.
Sobre la forma de delinquir, explica que ésta ha ido variando el modus operandi de los antisociales. Antes, por ejemplo, se estafaba de forma presencial y ahora el delito se genera a través de internet o de llamadas telefónicas. Los ilícitos cambian de acuerdo a la circunstancia y a la actualidad.
La entrega del bono Ife, el periodo de devolución de impuestos o supuestos beneficios para concretar el pago de intereses bancarios figuran como algunos de los “anzuelos” que usan los antisociales para incitar al engaño y al error y entusiasmar al eventual afectado de que se va a beneficiar con algo.
Respecto a los engaños, no están centrados en un grupo etario específico, ya que éstos ocurren de manera transversal y de acuerdo a los intereses de las personas.
A los adultos mayores los engañan por vía telefónica, con peticiones o llamados de supuestos familiares con problemas específicos. A los jóvenes les ofrecen ventas de productos muy baratos a través de internet.
Marco Muñoz recalca que la tecnología a veces ha complicado al adulto mayor y no necesariamente lo beneficia si es que éste es confiado y facilita los medios al estafador. Y en el caso de las generaciones más jóvenes, el llamado es a no creer todo lo que se ofrece.
Desconfiar e informarse
La principal recomendación a las personas es a desconfiar de ofertas muy atractivas especialmente en compras por internet. El llamado es a comparar precios de mercado y a cuestionar ofertas tentadoras, como por ejemplo que se venda en 200 mil pesos un televisor que en el comercio se comercializa por un millón de pesos. Hay que verificar la página web de la empresa y/o persona que ofrece el producto, revisar los comentarios positivos y negativos de ventas anteriores, ya que éstos pueden entregar antecedentes sobre la veracidad o no de quien dice que ofrece el producto. También es importante verificar dirección de la página web a la cual se accede porque te puede llevar a una dirección falsificada.
“Acá todo parte con la denuncia y la investigación va acorde al nivel de complejidad del delito. No es lo mismo investigar el hurto que ocurre en una casa a investigar una estafa por internet donde hay empresas vinculadas o redes delincuenciales”, agrega el subprefecto Muñoz.
Insiste en el llamado a evitar los descuidos, no entregar claves de acceso y menos datos que pudieran permitir el uso de tarjetas de crédito o débito personales.
Recuerda que años atrás se repitieron estafas en las que, a través de una supuesta tarjeta de crédito de un supermercado, entregaban créditos por 5 millones de pesos. Los delincuentes hacían creer al afectado que el dinero había sido depositado por error en sus cuentas y solicitaban su devolución. Muchas personas hicieron caso a esta petición y después se encontraban con que ellas mismas habían gestionado el crédito y después adeudaban los millones entregados a los estafadores.
En ese sentido, menciona que el año pasado la PDI detuvo a integrantes de bandas criminales que, desde otras ciudades del país, estafaron a varias víctimas de Punta Arenas. En algunos casos los estafadores actuaban mientras se encuentran cumpliendo condenas en las cárceles, pero también contaban con la colaboración de facilitadores que no están privados de libertad.