Derecho a la educación: brechas de aprendizaje, falta de infraestructura, aumento de la deserción y ausentismo

Ayer se conmemoró el Día Internacional de la Educación, efeméride establecida por Naciones Unidas a fin de resaltar la importancia y el papel que tiene la enseñanza en la paz y el desarrollo de las personas y las naciones.

La educación es un derecho humano, un bien público y una responsabilidad colectiva. Pese a ello, actualmente 244 millones de niños y jóvenes están sin escolaridad y 771 millones de adultos son analfabetos.

La pandemia no contribuyó en nada a superar estas desalentadoras estadísticas y de ello dio cuenta el Instituto Nacional de Derechos Humanos, en su informe anual del año pasado, en el capítulo “Derechos humanos de niños, niñas y adolescentes en el entorno escolar post-pandemia”.

Allí, se sacan varias conclusiones, si bien se admite que los efectos concretos de la crisis sanitaria sobre la educación son una incógnita, al carecerse de evaluaciones de impacto sobre el aporte educativo de los materiales y recursos educacionales para la formación a distancia.

Más allá de aquello, el INDH acusa que existió falta de diligencia por parte del Estado para enfrentar algo que, ya en septiembre de 2021, había sido diagnosticado y que indicaba que miles y miles de niños y niñas quedarían fuera del sistema escolar en la medida de que el impacto de la pandemia se fuera recrudeciendo.

Quedaron expuestas, una vez más, las desigualdades respecto al acceso a la educación, la calidad docente, la tecnología y la infraestructura, entre otros.  

A nivel regional, la pandemia también impactó negativamente, existiendo disímiles respuestas de las comunidades escolares para hacer frente a lo que estaba sucediendo, principalmente desde el momento en que se prohibieron las clases presenciales. Los establecimientos municipalizados perdieron matrícula y aumentaron las cifras de deserción escolar. 

Tras la crisis sanitaria, aumentaron las brechas escolares, se deterioraron las instalaciones escolares y aumentó la deserción y el ausentismo.

En el Día Internacional de la Educación, la Onu enfatizó que, sin una educación de calidad, inclusiva y equitativa para todos y que garantice oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida, los países no lograrán alcanzar la igualdad de género ni alterar el ciclo de la pobreza que deja a millones de niños, jóvenes y adultos rezagados.