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Aventurero español cumplió con éxito su desafío de remar en solitario desde el cabo de Hornos hasta la Antártica

Martes 14 de Febrero del 2023

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El aventurero y deportista extremo Antonio de la Rosa se convirtió en la primera persona en cruzar a remo y vela, y en solitario, los 2.380 kilómetros que separan el cabo de Hornos y a la isla antártica de Georgia del Sur, situada en medio del océano glaciar antártico.

De la Rosa salió el pasado 7 de enero de Cabo de Hornos y navegó en las gélidas aguas del océano Antártico más de 26 días, teniendo que soportar temperaturas extremas y vientos que superaron los 120 km/h en gran parte de su travesía. 

Los primeros días de remo fueron bastante buenos a nivel de climatología, pero las fuertes corrientes del suroeste arrastraban la pequeña embarcación de Antonio llamada Ocean Defender de tan sólo 7 metros de largo por 1,5 metros de ancho hacia el norte, en dirección contraria, con lo que Antonio tuvo que aplicar toda su energía remando más de 20 horas diarias para conseguir que su barco siguiera la trayectoria planificada hacia el Sur, señala el sitio electrónico desnivel.com.

Tras cuatro días el Ocean Defender por fin pudo tomar un rumbo idóneo hacia el primer lugar planteado de parada en esta expedición, la isla antártica Elefante, lugar conocido por ser el punto donde Ernest Shackleton y su tripulación, tras el hundimiento de su barco el Endurance hace 107 años, permanecieron varios meses hasta conseguir ser rescatados. 

Luego de otros once días de durísima navegación y vientos cambiantes donde Antonio tuvo varios problemas eléctricos, roturas de equipamientos importantes pero que por suerte llevaba por duplicado e incluso vuelcos de 360 grados con su embarcación, y ante la imposibilidad de poder llegar a tomar tierra en Elefante, Antonio decidió coger rumbo hacia Georgia del Sur, punto final de esta expedición. 

Las condiciones climáticas se fueron endureciendo y Antonio, tras más de 15 días de navegación, tuvo una inundación parcial del Ocean Defender provocada por un problema en el cableado eléctrico que dejó a su embarcación sin equipamientos de navegación. 

Un hombre de recursos

Por suerte Antonio es un hombre de recursos, fue atleta de élite en Raids de Aventura donde realizan cientos de kilómetros con la ayuda tan sólo de mapa y brújula y no puede utilizar otros equipamientos, y consiguió poder seguir navegando de manera correcta llevando la embarcación con el sistema de cableado de dirección del barco a mano y orientándose simplemente con un GPS de mano que cargaba con las placas solares que seguían funcionando. Además, con estas placas también podía cargar los equipos de comunicación satelital con el exterior para poder avisar en caso de una emergencia que precisara rescate, y los dispositivos de posicionamiento. 

El 3 de febrero y tras 26 días de condiciones extremas de navegación en el océano más complicado de todos, Antonio divisa la costa Sur de Georgia, su primera intención era llegar a la bahía Hakoon en el norte donde tenía presupuestado concluir su viaje realizando a pie y con esquís una travesía de 44 kilómetros que atraviesa esta isla al igual que tuvo que hacer
Shackleton para alcanzar la seguridad de las bases balleneras del este de la isla, pero el barco que tenía que recoger al Ocean Defender comunicó a Antonio que se negaba a ir hasta el norte a buscarle y debía navegar al sur. 

El último gran problema, y posiblemente el más peligroso, fue el acercamiento a la costa, ya que los vientos catabáticos que bajan de las montañas con gran virulencia golpearon al Ocean Defender y Antonio estuvo a punto de naufragar al casi colisionar contra las pequeñas islas que se encuentran en esta zona. 

La alegría de Antonio fue enorme al poder entrar al resguardo de la bahía Smaaland, donde el velero que remolcaría al Ocean Defender de vuelta a Chile le esperaba. 

A pesar de no haber podido realizar la última travesía cruzando la isla con esquíes, Antonio pudo visitar Gritvyken, lugar donde se encuentra la tumba con los restos del intrépido Ernest Shackelton, y realizar un sentido y simbólico homenaje recordando su extraordinaria y similar navegación hasta Georgia del sur. 

Esta travesía del Antártico remando en solitario ha sido la expedición más compleja, arriesgada y comprometida de cuantas ha realizado Antonio de la Rosa hasta el momento, quien ya ha cruzado a remo el Atlántico y Pacífico, ha remado con una tabla de paddle surf en el océano Artico y ha cruzado con esquís Alaska o el lago Baikal en Siberia entre otras. 

 

“Sigo en Georgia del Sur”,
escribió el sábado

“Sigo en Georgia del Sur donde espero pronto poder regresar a la civilización, aunque todo apunta a que aún me queda por aquí cerca de un mes”, escribió Antonio el sábado en su Facebook.

“Comer y dormir durante esta semana ha sido para mí una buena cura al agotamiento que tenía tras casi un mes de navegación a remo y vela en solitario cruzando 2.400 kilómetros del océano glaciar Antártico desde cabo de Hornos hasta esta fantástica isla completamente aislada del exterior, donde tan sólo llegan algunos cruceros turísticos o barcos pesqueros de altura.

Me encuentro en su único lugar habitado durante todo el año de esta isla, Grytviken, donde se encuentra entre otras cosas una pequeña base científica, logística y de investigación, el Museo y la tumba de Shakelton.

Toca la tarea de limpieza del barco y prepararlo para cuando consiga salir de aquí.

Todo el material no orgánico que he generado en esta expedición, sobres de comida y envases cabe en una gran bolsa de basura, no está mal para casi un mes.

Quiero agradecer enormemente todas las muestras de afecto y cariño que estoy recibiendo tanto por parte de la administración local de Georgia del Sur como de muchísimas personas que se están preocupando en España y otros lugares por conseguir sacarme lo antes posible de aquí y en especial el gran trabajo para este cometido que están realizando mis colegas de la Sociedad Geográfica Española.

Han pasado cosas al final de este fantástico viaje que pronto podremos desvelar, pero por el momento paciencia y adaptación a las circunstancias, algo que sin duda se me da bien, je,je. Intentaré disfrutar de este lugar único en el planeta durante mi estancia que espero no se alargue mucho en el tiempo. !!!!! Vamosssss!!!!!”.