Necrológicas

Columna de cine: Sayén

Domingo 5 de Marzo del 2023

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“Sayén”
2023, Chile
Director: Alexander Witt
Protagonistas: Rallén Montenegro, Arón Piper, Alejandro Trejo, Loreto Aravena
En Amazon Prime

“Sayen” es una joven de origen mapuche que retorna a sus tierras ancestrales en La Araucanía para acompañar a su abuela, una mujer sabia y dura que vive en una zona rural anhelada por una empresa española que busca extraer la riqueza mineral que en el subsuelo existe. Todo se complica, se desata la tragedia y Sayen huye perseguida por un grupo de mercenarios liderado por el hijo del dueño de la empresa.

Esta es la trama de “Sayen”, la última producción que presenta como novedad la plataforma Amazon Prime y que es producida por los  hermanos Pablo y Juan de Dios Larraín a través de su productora Fábula, caballo de Troya del cine chileno en el cine mundial y que, en esta ocasión, prometen una trilogía de acción centrado en una joven que domina las artes guerreras ancestrales en medio del conflicto en La Araucanía. 

En la dirección está Alexander Witt un destacado asistente y operador técnico de Hollywood que tiene en su currículum algunas de las películas de la serie de James Bond, “Gladiador” “Avengers: Infinity War”, entre otras, y que, antes de “Sayen”, tuvo bajo su dirección “Resident Evil 2: Apocalipsis”. “Sayen” bien podría ser una metáfora de su propia historia, porque Witt nació en Chile, se fue a Estados Unidos, triunfó en Hollywood y ahora vuelve a su tierra de origen para ofrecer su talento.

Por eso “Sayen” no pierde el tiempo, la acción se despliega sin contratiempos y deja un espacio para cumplir con las frases y mensajes sobre el cuidado del medioambiente y la depredación  de las transnacionales. Lo que sigue es el tributo a cintas de acción como “Rambo” en la mala suerte de la protagonista que llega a sus tierras para buscar la paz pero termina encontrando la guerra, la mala suerte de sus perseguidores que no saben “con qué chichita se están curando”; y ese montaje visual tan característico de una guerrera que se viste y prepara para “darles guaraca”. Y entre medio está “Kill Bill”, la obra más popular de Quentin Tarantino, cuando los recuerdos muestran a Sayen más niña aprendiendo a prepararse para algún día ser la líder de una guerra de nunca quizás terminar.

Para eso entonces los ingredientes son echados a la máquina, se mezclan y ahora salen listos para ser digeridos. Por eso hay balas entre medio del bosque, mercenarios que “algo” hicieron en Ruanda, un líder malvado, un científico culposo, persecuciones en motos, música de intérpretes chilenas, peleas bajo un puente, caídas a las corrientes de un río y traidores a la causa que tarde o temprano tienen que pagar. Entre medio hay una ceremonia de nuevo ciclo mapuche, un funeral y llamadas a larga distancia de autoridades policiales y políticas que, como bien dice uno de los protagonistas cuando se refiere a plata y negocios, “todos tienen un número”.

“Sayen” lleva a la práctica una cinta que, como paradoja con su relato, se vende a los códigos del cine de acción hollywoodense para desplegar su moraleja final. Es el derecho que tiene cualquier película de ficción. Definir donde está el bien y donde el mal. Colocarse desde el punto de vista que más le acomode. A veces lo dictan los tiempos. A veces los negocios. Ahora lo es desde la visión mapuche que se niega a conceder sus tierras a la avaricia destructiva de las empresas transnacionales. Mañana podría ser al revés. O quizás algo intermedio. Quién sabe. Lo único claro es que vienen dos más.