Rodrigo Alvarez: “Era una reforma que no le iba a hacer bien al país, ni jurídica ni económicamente”

En lo que al nuevo proceso constitucional se refiere, plantea que preocupa el cansancio, el desconocimiento y la lejanía de buena parte de la ciudadanía.

Sobre el rechazo de la reforma tributaria, expuso que “no se logró conducir un proceso de negociación, y debemos darnos cuenta de una vez por todas que los chilenos pensamos distinto y que la única forma de convivir adecuadamente es poniéndonos de acuerdo y buscando fórmulas para llegar a esos acuerdos”

El ex diputado, ex ministro de Energía, ex subsecretario de Hacienda y ex constituyente, abogado Rodrigo Alvarez Zenteno, ve con preocupación el proceso que puede llevar hacia una nueva Constitución.

Al respecto plantea dos reflexiones. La primera tiene que ver con el convencimiento y el compromiso que se debe tener para que esta vez sí se llegue a un buen resultado. La segunda, reconoce, es más preocupante: “Todavía veo mucho desconocimiento de la gente y mucha lejanía hacia el proceso, observando que hay un evidente cansancio también hacia todas estas materias, donde llevamos más de dos años discutiendo los temas constituyentes”, enfatiza, para luego ahondar en este punto indicando que “el llamado a toda la ciudadanía y a todos los sectores es a darse cuenta que este es el texto más importante para nuestro modelo institucional, que se va a hacer en un periodo bastante breve, ocho meses que van a terminar con un plebiscito”.

– Estimando lo que menciona en cuanto al cansancio, ¿le parece que los tiempos para ir nuevamente por una nueva Constitución son los convenientes?

– “Siempre hay distintas posiciones y visiones, pero esperar más también alargaba los grados de incertidumbre. Y en esta materia, siendo el texto fundamental para nuestro sistema económico, político y jurídico, agregar meses de incertidumbre también es malo. Aquí hay que apelar a la responsabilidad y entender la importancia de este proceso y de este texto, y trabajar todos juntos para que ahora sí resulte, entendiendo también que no se pueden cometer los múltiples errores que tuvo el proceso anterior”.

– ¿Cuáles fueron en su opinión esos errores?

– “Muchos, y el mejor ejemplo fue el gigantesco fracaso político. Desde la página en blanco hasta la modificación de nuestro modelo institucional, pero todo como consecuencia de la falta de una razonable búsqueda de acuerdos”.

– ¿No hay inquietud porque esos errores se puedan volver a cometer?

– “A este proceso lo veo mucho más centrado en sus límites y en lo que debe ser una verdadera nueva Constitución. Y lo digo transversalmente luego de leer múltiples entrevistas de candidatos, que hay mucho mayor espíritu de sensatez y prudencia, con el ánimo de buscar acuerdos. Uno hubiera querido tener algo similar a esto al principio del proceso anterior, pero no se dio”.

La reforma tributaria

Otro punto consultado a Rodrigo Alvarez, en su calidad de profesor de derecho tributario, es el “portazo” que la Cámara de Diputados le dio a la idea de legislar la reforma.

Aquí, también habla de dos miradas. “La primera es técnica. Me parece que es una mala reforma tanto en materia de impuestos, como para las Pymes, las atribuciones al Servicio de Impuestos Internos y como nuevo instrumento de aplicación del derecho tributario. Era una reforma que no le iba a hacer bien al país, ni jurídica ni económicamente”.

Califica su segunda mirada de más profunda y vinculada a la conducción que el gobierno le dio a este proceso. “No se logró conducir un proceso de negociación, y debemos darnos cuenta de una vez por todas que los chilenos pensamos distinto y que la única forma de convivir adecuadamente es poniéndonos de acuerdo y buscando fórmulas para llegar a esos acuerdos”.

A su juicio, lo que aquí hubo fue “una decisión política de trasladar el debate hacia el Senado y pasar relativamente rápido a la Cámara de Diputados. Entonces, faltaron instancias de acuerdo, lo que tuvo como corolario final un pésimo manejo por parte del gobierno el mismo día de la votación, el bochornoso incidente con el ministro de Educación y el contar mal los votos. Todo eso llevó al rechazo final de este proyecto. Con esto quedó demostrado que, en lo político, es complejo gobernar Chile cuando no se buscan de manera sincera y profundamente acuerdos con todos aquellos que pensamos distinto”.

– Entonces, ¿comparte ahora la intención manifiesta del gobierno de insistir en la reforma, pero buscando acuerdos?

– “Espero que estos anuncios se concreten y que se haga de buena fe, no sólo pensando en la reforma tributaria, porque hay otras reformas importantes, como la reforma a las pensiones, las medioambientales, las relacionadas con la productividad. Son temas fundamentales, y la única forma que veo para sacarlas adelante de manera correcta es buscando mesas de conversación”.