Una entusiasta horticultora que disfruta de la vida del campo
Quería criar gallinas y patos y ya no podía hacerlo en la ciudad. Así que optó por comprar una parcela y vivir de la horticultura y de la crianza de sus aves. Hoy, a pocos meses de cumplir 90 años, se
ilusiona con su cosecha de frutillas. “Acá estoy tranquila”, confiesa mientras regala una sonrisa.16
kilos pesó el zapallo italiano que cosechó años atrás y con el que alcanzó fama nacional y fue portada de El Mercurio2014
es el año en que fue reconocida como Mujer Rural por Indap MagallanesMarisol Retamal González
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“Crece mijito, crece”. Así le decía María Low Bórquez al zapallo italiano que estaba cultivando y con el que esperaba alcanzar dimensiones superiores a las que tradicionalmente cosechaban otros productores. “Porque la receta es hacerles cariño”, agrega al referirse a la fórmula para lograr que las cosechas tengan buenos resultados.
Lo concreto es que el zapallo italiano de María alcanzó un peso récord para la Región de Magallanes: 16 kilos.
Y este logro la convirtió en noticia nacional ya que su imagen con la del contundente vegetal fue foto de portada del diario El Mercurio de Santiago.
Lo gracioso de la anécdota es que, a pesar de las felicitaciones y reconocimientos, María no quedó satisfecha, ya que ella aspiraba a que su zapallo italiano se asemejara a los de un productor británico que necesitó un vehículo para transportar a su zapallo italiano gigante.
Esta historia sirve para graficar la forma de ser de María Low Bórquez, una activa y agradable mujer de 89 años. “Me faltan dos meses para cumplir los 90”, dice orgullosa.
Hace más de 30 años optó por dejar la ciudad para irse al área rural y tener gallinas y patos en la tranquilidad del campo. A esta actividad sumó invernaderos que le permitieron producir hortalizas y, en la práctica, todo aquello con lo que quisiera experimentar.
“No me gusta molestarme por poco”, explica sobre su sistema de trabajo. Cuando comenzó a trabajar con gallinas, recuerda que las compraba en gran cantidad, pero no sabía cómo tratarlas y muchas se morían. Pasó el tiempo y entendió la fórmula para criarlas y contar con una producción constante de huevos y carne para autoabastecerse y también para venderlos si es que lo requería.
María es una de las entusiastas usuarias del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap). A pesar de su avanzada edad, es reconocida por su trabajo constante y por la originalidad con que desarrolla sus cultivos.
En su trayectoria como productora ha cosechado hortalizas, pero también frutillas, zapallos italianos, melones, sandías y choclos, sólo por nombrar algunos.
Como una forma de resaltar su esfuerzo y sus logros, el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) la distinguió en 2014 como Mujer Rural. Es que los funcionarios de ese organismo dependiente del Ministerio de Agricultura conocen el empuje de esta mujer que a corta edad tuvo que hacerse cargo de su familia tras la abrupta muerte de su marido.
María nació en 1933 en Punta Arenas. Se casó muy joven con René Mayorga, quien era funcionario de la Armada. El falleció intentando salvar a una mujer que se estaba ahogando. Ella tenía 25 años cuando esto ocurrió y quedó viuda con dos hijos: uno de 4 y otro de dos años. La pensión que recibía de su difunto esposo no le alcanzaba para cubrir los gastos de su familia, así que aprovechó sus habilidades para tejer, cocer, elaborar pasteles y hasta hacer tortas de novia para obtener más recursos para su hogar.
Así sacó adelante a sus hijos Sergio y Eduardo. Con los años se sumó Jeannette, fruto de otra relación. María dio estudios a sus tres hijos y cuenta con orgullo que todos son profesionales. Su familia está compuesta además por 5 nietos y dos bisnietos.
A María toda la vida le gustó tener gallinas y en la ciudad ya no podía tenerlas. Vivía en el barrio 18 de Septiembre y poco a poco empezó a involucrarse en la agricultura. Quiso sembrar productos distintos a los del resto de los horticultores “para ver si se daban acá. He probado con zapallos italianos, melones, pepinos, sandías, choclo. Y todo se da”.
Hace más de 30 años compró un sitio de media hectárea en la que hoy tiene su casa y sus invernaderos. Al principio pensó que el terreno era plano pero con el tiempo descubrió que “todo era piedra”, así que, con la ayuda del gualato, comenzó a trabajar para mejorar la tierra y dedicarse a la agricultura.
A través de la Agrupación Vírgen de la Covadonga llegó al Indap y desde entonces se convirtió en usuaria del organismo público que le ha entregado asesoría para mejorar la implementación con que cuenta en su parcela ubicada en el loteo Varillas.
“Me faltan dos meses para cumplir 90 años y quiero ver el fruto de mi cosecha de frutillas”, señala contenta.
Le pregunto sobre el zapallo italiano que la hizo famosa y me responde: “¿Cómo lo hice tan grande? Haciéndole cariño. Mi intención era que el zapallo llegara a las proporciones de unos de Inglaterra que transportaban en vehículo y que no sé cuánto pesaban. Eso quería yo: que fuera más grande. Pero estuvo bien llegar a 16 kilos”.
“Acá estoy muy tranquila”, reflexiona sobre su vida en el campo.
María es inspiradora. Su amabilidad y su sencillez conmueven. Agradece el apoyo de su hijo Sergio y la oportunidad de vivir en un lugar apasible. Sin duda, una atractiva senescente que resalta por su empuje y sus ganas para aprender y haber sabido reinvertarse en la vida.
María y su alianza con el Indap
María Low desde el año 2011 es usuaria de Indap. Desde su ingreso ha podido dotar su predio de una infraestructura agrícola acorde a las condiciones climáticas de la zona.
Algunas de las obras emblemáticas que luce en media hectárea son el invernadero de metalcom de 120 m2, financiado por el convenio Gore-Indap (2017-2020).
También cuenta con mesa de cultivo y riego tecnificado, gallinero de 24 m2, cortinas cortavientos de mallas galvanizadas para cultivos al aire libre, entre otras. Tanto en la postulación a los proyectos, como en las consultorías periódicas, recibe la asesoría técnica del Programa de Desarrollo Local de Indap Punta Arenas y de la Agencia de Area de Indap.
En los doce años que lleva inscrita de usuaria siempre recibe apoyo para compra de insumos al inicio de la temporada agrícola, gracias al Fondo de Operación Anual. Este año el monto alcanza los 145 mil pesos.