La desconocida y silenciosa participación de Carabineros en el conflicto del 78
Para la gran mayoría de la población es prácticamente desconocida la participación de los carabineros en la cuasi guerra de 1978 con Argentina. Siendo que fueron ellos, los policías, los que estuvieron en la llamada “primera línea”. O sea, “donde las papas queman”, como se dijera alguna vez.
Ese año surgió un conflicto por diferencias sobre el Canal Beagle, debido a que el arbitraje de la Reina Isabel II fue declarado nulo por el vecino país en diciembre de 1977. Esto produjo una escalada de movilizaciones militares en ambos países.
Como por tratados internacionales no podían estar fuerzas militares en la misma frontera, los carabineros fueron convocados para proteger la primera línea ante un eventual combate.
Esto produjo la movilización de más de 2.000 Carabineros a Magallanes. Muchos terminaron en las trincheras que ellos mismos cavaron.
Así lo recordó a El Magallanes el suboficial mayor en retiro, Rolando Norambuena Pavez, que en esa época era cabo primero.
“Estaba en la Escuela de Suboficiales (en Santiago) cuando un día nos dicen: ‘Se van a la zona austral. Tomen su medio equipo, más fusil y cargadores’, y nos hicieron esperar en una cancha que había en la escuela. Pasó el día y ya en la noche nos llevaron al aeropuerto. Yo estaba feliz porque lo tomé como un paseo y era la primera vez que viajaba en avión. Pero, mi sorpresa fue cuando subimos y no tenía asientos. Nos instalamos con nuestros sacos y equipos y así llegamos a Punta Arenas”.
Los llevaron directo al Regimiento Pudeto. Ahí les dieron de comer y horas después los trasladaron a Tierra del Fuego, al Regimiento Caupolicán.
De ahí, continuaron viaje al sector de San Sebastián. En la zona fronteriza permanecieron largo tiempo.
“Nos entregaron un chuzo y una pala para cavar nuestra trinchera. Pasamos Pascua y Año Nuevo metidos en los hoyos, con la tensión de que en cualquier momento llegaran los argentinos. Pasaban aviones, en vuelos razantes, porque estábamos en la primera línea”, recordó.
“La misión que teníamos era aguantar el D+2, que era una clave que sabían los que estaban en trinchera. Y así pasó el tiempo hasta que se resolvió el conflicto y, al final, no hubo guerra”.
Durante esos días protegieron la línea de la frontera, tanto en el continente como en Tierra del Fuego, como siempre los Carabineros improvisaron carpas con sus mantas de agua, para estar listos y prestos y entrar en acción.
Inteligencia
José Santana Mansilla era cabo 1º de carabineros cuando fue destinado al destacamento especial de inteligencia, que estaba compuesto por funcionarios de Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Carabineros.
Claro que el trabajó de ellos comenzó mucho antes y fue el comandante (Manuel de la Barrera de la Armada) quien designó a la gente que trabajaría directamente con él.
La inteligencia operaba acá y la contrainteligencia al otro lado del alambre, en Argentina, con gente infiltrada.
“Ellos crearon lazos con la gente de las estancias y puesteros, porque no había otro medio de comunicación. La información se traía en sobres cerrados que del otro lado entregaban a los contactos y de acá se iba a recoger”, recuerda.
“Los puesteros recogían parte de los sobres y muchos otros hacían de puesteros encubiertos”.
Para la entrega, habían lugares convenidos, a tal hora y día, “porque en esos tiempos no habían celulares ni nada. Toda esa información que se recogía se procesaba en el destacamento y distribuía a las fuerzas armadas”.
“El rol que jugó Carabineros fue fundamental, además porque estabamos en toda la frontera, a lo largo de todo Chile, en la primera línea”.
Desfile
De ahí la importancia que le da un puñado de carabineros en retiro que vivieron esa experiencia y que hoy están agrupados poder desfilar como “sección de Carabineros, veteranos del 78”, el día 27 de abril, como sucedió en este aniversario Nº 96 de la institución, a 45 años de este desconocido sacrificio de los policías.
Varios regresaron a Punta Arenas sólo para estar en este acto y poder desfilar frente a las autoridades, sus familias, esposas, hijos y nietos.
Por eso, se llevaron un gran aplauso, como “combatientes de la paz”, con la mística y compromiso de siempre al servicio policial.