¡Para que nunca más en Chile, para que nunca más en Dawson!
- La frase fue pronunciada por el delegado presidencial José Ruiz Pivcevic, durante el viaje de autoridades y ex detenidos en la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado.
Alejandro Salazar Carrera
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Encabezados por la ministra de Defensa, Maya Fernández, un centenar de personas participó el pasado martes del “Recorrido por la Memoria: Isla Dawson” que se desarrolló durante toda la jornada en la isla situada en el estrecho de Magallanes, a 100 km de Punta Arenas, y donde en septiembre de 1973 más de 70 presos políticos iniciaron su confinamiento.
A bordo de dos buses que salieron desde el sector de Plaza de Armas Benjamín Muñoz Gamero, el periplo que marcó este reencuentro se inició poco antes de las 8 horas en dirección al Muelle Mardones. Autoridades regionales, como el delegado presidencial José Ruiz y la seremi de Justicia, Michelle Peutat, fueron parte del grupo integrado por ex presos políticos, familiares, dirigentes, invitados y medios de comunicación regional y nacional. En la terminal, se sumaron representantes del Ejecutivo y parlamentarios, destacando la ministra de Defensa, Maya Fernández Allende.
A bordo de las unidades de la Armada “Patrullero Marinero Fuenteal” y “Piloto Sibbald” las delegaciones zarparon a las 8 horas en dirección a Puerto Harris. Pasadas las 11 horas se inició el recorrido, vía terrestre, hasta el sector de Río Chico (a 20 km de Puerto Harris), lugar que hasta octubre de 1974 sirvió como campo de prisioneros.
En el lugar -declarado Monumento Histórico-, hoy no se observan vestigios de lo que fueron las construcciones (barracas) que sirvieron para el paso de cerca de 800 personas, tanto de Magallanes como del norte del país.
La carga emotiva fue evidente. Muchos de quienes fueron protagonistas de aquel Chile de 1973 parecieron abrazar el silencio, detenerse en sus recuerdos y elevar plegarias por quienes ya no están.
Cada uno, ya fuera en forma individual o grupal, testimoniaron sus recuerdos y tributaron homenajes. Posterior a ello, se depositó en el terreno una “cápsula de tiempo” con un escrito y se plantó un eucalipto. Luego se depositaron claveles en recuerdo de aquellos presos políticos que ya no están.
Los gritos pidiendo el recuerdo eterno, dieron paso a nombrar a viva voz a parte de ellos: Daniel Ruiz, Aristóteles España, René “Popeye” Cárdenas, Orlando Letelier, José Tohá, y otra decena de sus ex compañeros.
Luego el dirigente y ex preso político, Baldovino Gómez, recordó algunos episodios, a sus protagonistas, y agradeció a las autoridades que acompañaron el sentido reencuentro.
El acto se cerró con el canto del Tamo Daleko, canción que fue recordada como la que acompañó las frías noches de incertidumbre vivida por los prisioneros de Dawson.
Luego los presentes se desplazaron algunos metros, donde fue el momento para la intervención de las autoridades y del descubrimiento de una placa que quedará como testimonio del reencuentro luego de los 50 años de los hechos vividos en esta isla en el estrecho de Magallanes.
Hacia Puerto Harris
Ya a eso de las 14,30 horas la delegación continuó camino hacia la Iglesia de Puerto Harris. La pequeña edificación, llamada “San Rafael”, también tiene una relación especial con los presos políticos. Fue un grupo de ellos, encabezado por el arquitecto y también detenido Miguel Lawner, el que se encargó de su restauración con el beneplácito del comandante de la base naval y del capellán de la isla. De esta manera, las obras fueron inauguradas en diciembre de 1973.
Posteriormente la delegación se dio cita en el Gimnasio Puerto Harris, donde se desarrolló la actividad de cierre.
En la oportunidad, la ministra de Defensa Maya Fernández señaló que hoy se está viviendo una nueva historia en democracia, “y nos corresponde escribirla y defenderla a todos, con o sin uniforme, porque todos somos seres humanos, padres, hijos, y todos con seres queridos por quienes preocuparnos. Por eso, debemos ser capaces de hacerlo como país”.
Agregó, que el desafío es ayudar a los sueños de los jóvenes de hoy, porque son ellos quienes representan el futuro. “Mi abuela Tencha siempre me dijo: ‘Hay que mirar siempre para adelante’. Y con eso me quedo y con eso quiero cerrar esta etapa”.
Quien también intervino en el acto de cierre fue el delegado presidencial en Magallanes, José Ruiz Pivcevic, quien pidió la unión de los chilenos y trabajar mancomunadamente por el futuro del país. Cerró sus palabras con un “para nunca más en Chile, para que nunca más en Dawson”.
La presidenta de la Agrupación de Mujeres Presas Políticas de Magallanes, Ester Guala Haro, también compartió palabras durante la jornada, pidiendo que no exista negacionismo ni olvido respecto de lo que pasó. “Esta es una herida abierta que permanece, que recordamos, que está en la memoria, cuando caminamos y miramos al futuro”.
Agregó que “a todos nos interesa reparar y no repetirlo. Nosotros, las mujeres estuvimos detenidas en Punta Arenas, pasamos por lo mismo y no hubo diferencias… Esto nadie lo supera, porque esto golpea con más fuerza a medida que vamos avanzando en edad. Por eso esperamos que esto jamás se repita”.
Tras el emotivo acto, la delegación agradeció la gestión de la Armada y del Ministerio de Defensa, que hizo posible este reencuentro y que espera repetirse para diciembre, sentando las bases de lo que se quiere hacer en el sector de Río Chico para instalar un museo de la memoria.
Almirante De la Maza:
“Estos hechos no deben ocurrir nunca más”
Las palabras compartidas por el comandante en jefe de la Armada, almirante Juan Andrés De la Maza, reflejaron fielmente lo que fue este reencuentro entre los ex presos políticos con parte de su historia en Isla Dawson.
Reflexión, pero por sobre todo reconocimiento para a partir de ahí hacer que las violaciones a los derechos humanos nunca más tengan cabida en Chile ni en ninguna parte del mundo.
“Nosotros no podemos desconocer que éste fue un centro de detención de prisioneros políticos de la época. ¿Cómo lo vamos a desconocer? No lo puedo desconocer, por eso estamos aquí”, señaló la autoridad naval.
Luego de ello, indicó que enfatizó en que “nunca más, que estos hechos no ocurran nunca más, ni aquí, ni ojalá en ninguna parte del mundo, porque estos son hechos condenables en cualquier parte del mundo”.
Haciendo alusión al negacionismo de ciertos sectores, dijo que los chilenos y la Armada no pueden desconocer lo que ocurrió en el país y más puntualmente en Isla Dawson. “Si hay un libro y una película, que muestra que éste fue un centro de detención de prisioneros políticos de la época. Como institución no desconocemos lo que pasó y estamos enfocados en una mirada hacia el futuro. Queremos seguir adelante, que éste sea un país unido y próspero”.
Junto con ello, calificó el acto en Dawson como una muestra que “hace que el país sea grande. Y, como lo he escuchado aquí y durante el día, me quedo con estas palabras: memoria, democracia y futuro”.
Desde el Barrio 18 a Europa y al Concejo de Peñaflor
José Hernán Cárcamo, no Hernán Cárcamo, recordaba el hombre que armado de su poncho recibió los parajes de la isla que tuvo como prisionero político por cerca de un año.
“Don José” se reencontró por primera vez con el lugar al cual llegó en barcaza y camión cuando ya caía la noche de un día de diciembre de 1973.
“Ni nombre salió en el bando 69 y a los pocos días con toda la dirección de la “J” resolvimos entregarnos luego de reunirnos en la casa de una compañera en el Barrio 18. Era esperar que nos detuvieran y fusilaran, porque así decían, o entregarnos”.
Agrega que cuando se presentó la nómina tenía a tres Hernán Cárcamo, “y yo era José Hernán, así que mucho caso no me hicieron y aproveché de pedir un salvoconducto que era por 30 días. El 15 de noviembre me fueron a buscar a la casa (Zenteno arriba del Río de la Mano)”.
Recuerda que lo trasladaron hacia la casa de Avenida Colón (El Palacio de las Sonrisas) y luego desde ahí fue llevado al Regimiento Cochrane. “Ahí, dentro de todos lo que conocí, está el ‘Negro’ Daniel Ruiz. Nos hicimos cercanos y luego nos volvimos a reencontrar en Dawson”.
Reconoce que el paso por la isla fue duro, pero dice que lo recuerda como una experiencia de vida que le sirvió para conocer de la fuerza, el cariño y la solidaridad, que fue lo que tuvo ese grupo de prisioneros.
Luego de ello, en 1976, salió al exilio. Primero, Alemania Federal y, luego, a Suiza en 1992. Pero el cariño y la nostalgia por el terruño pudieron más. Así, decidió retornar a Chile. Actualmente, José Hernán Cárcamo es concejal de la comuna de Peñaflor, en la Provincia de Talagante, siempre por el Partido Comunista.
“Nosotros somos
la memoria”
Entre los muchos momentos emotivos que hubo en Dawson, uno especial se registró en el sector de Río Chico.
Intervinieron los ex presos políticos Manuel Rodríguez Uribe, Fernando Lanfranco Leverton y Marco Barticevic Sapunar.
En la oportunidad entregaron el mensaje “Dawson, después de adversidad”.
En éste, señalaron: “Cincuenta años después, hemos regresado. Aquí estaban nuestras lágrimas en el frío viento de las alambradas. En este sur del sur extremo, todavía vuelan las cartas donde me cuentas que nació el sobrino, que sufrió la hermana, que sonrió un niño. Allí estaban las barracas con sus puertas hacia la playa y el estrecho. Allá en lo alto estaban las casetas para vigilar nuestros movimientos. Aquí están mis compañeros tallando una piedra negra o escribiendo una carta, por ahí están con un hacha rompiendo el árbol caído para hacer el calor, o tocando una guitarra en medio de la soledad, o llevando piedras y troncos en los hombros.
“Aquí regresó la cantata Nuestra Madre Grande, regresaron los poemas de Aristóteles, los tangos de Orlando Letelier, los boleros de la nostalgia”.
“No busquen los recuerdos en la tierra helada o en el coirón, nosotros somos la memoria. Allá lejos, lejos muy lejos en la orilla del mar, estaba nuestra ciudad querida, nuestra amada, nuestra compañera, nuestra hermana, nuestra abuela, nuestra amiga entrañable en la cotidiana lucha por la subsistencia y esperando nuestro regreso. Aquí nos reunimos los abuelos, los padres, las madres, los hijos, los nietos, por la memoria, por la justicia, por la no repetición, por la reparación”
“Al final de esta tierra, desolada y triste, sigue vigente nuestro sueño de libertad y, por eso, en este lugar siniestro, yo te extiendo mi mano fraternal. Nadie tiene permitido el olvido, la memoria es un libro que se sigue escribiendo y, por eso, nos inclinamos en silencio en memoria de los que no están y de los que se fueron antes que nosotros, porque todos tenemos derecho a la esperanza”.
La intervención concluyó con un minuto de silencio y una frase que rezó: “Nadie le puede poner alambradas a las ideas”.
Dirigente del Prais, Manuel Aguilante
“En salud ha habido mejores noticias que en educación y en vivienda”
Durante su intervención en el acto de cierre desarrollado en el gimnasio de Puerto Harris, el presidente de la Agrupación Beneficiarios del Programa de Reparación Integral de Salud y Derechos Humanos (Prais), Manuel Aguilante, dijo esperar que los avances que se han registrado en su sector también alcanzan a áreas como educación y vivienda.
“En salud hemos tenido mejores noticias, se ha avanzado en atención incorporando otras atenciones, ya hemos hablado, oficiado de que es posible avanzar. El acuerdo del Convenio de Programación suscrito entre el Ministerio de Salud y el Gobierno Regional crea las condiciones para ampliar los espacios, atención de profesionales, especialistas, espacio de convivencias, bodegas, como también la creación de un Hogar Protegido”. Sin embargo, expuso que en Magallanes son alrededor de 14 mil usuarios Prais y sólo hay 11 horas de médico, “cuando la norma técnica dice que debe haber un equipo por cada 2.500 usuarios; entonces aquí debiéramos tener a lo menos 5 equipos y 55 horas médicas”.
Reconociendo los avances, expresó que se hace urgente la extensión del beneficio a tercera generación. “Todos los estudios realizados sobre daños transgeneracionales hablan hasta de la cuarta generación”, agregando que la gran mayoría de los procesos no se ha cerrado y algunos incluso nunca se abrieron, como es el caso de personas que jamás han logrado desprivatizar su experiencia traumática ni acceder a la justicia”.
Aguilante recordó que, a través de la Escuela Nacional Prais, se pudo elaborar el programa de derechos humanos del entonces candidato Gabriel Boric, a través de los encargados de este capítulo, Dayana Guzmán y Miguel Crispi. “En estos días de los 50 años, homenajes oficiales varios pero pocas denuncias; 1973, 1974, 1975, nuestros familiares estuvieron solos, pagando abogados, o colegios de abogados, para enfrentar los Consejos de Guerra y los capellanes militares participando de la tortura”, objetó.
El dirigente planteó que hoy es necesario que el Estado se haga cargo de recopilar y luchar en contra del olvido. “El 2015 a través de la huelga nacional de los ex presos políticos de la dictadura cívico militar, le planteamos al gobierno de turno demandas aún pendientes, que reclamamos se reactiven con el actual Gobierno. Todos los partidos y autoridades solidarizaron con los huelguistas, pero después muchos miraron al cielo. Y no queremos ni permitiremos que se cumpla la postura del Sr. (Ricardo) Lagos de 50 años de silencio. Por favor no se hagan cómplices”.
Añadió que en Magallanes se acordó trabajar y reparar, en educación, salud y vivienda, “pero con la llegada de un tal Piñera todo se negó. Con los resultados de las últimas elecciones, se ha recuperado trabajar en estos temas, salvo en Educación que no se ha hecho nada y en vivienda va muy lento. Tenemos certezas, eso sí, con el nuevo delegado presidencial, de avanzar más rápido en esta larga espera por vivienda”.