“Para mí son todos unos chacales”, sentenció hermana de desabollador tras declarar en juicio
En la segunda jornada de juicio oral por el brutal crimen del desabollador Omar Díaz Barría, ayer declaró la hermana de la víctima, Marbeth, quien tuvo la oportunidad de contar quién fue en vida la personas que asesinaron los propios hijos y responder algunas consultas.
A las 10,30 horas compareció ante estrados y posteriormente, una vez terminada la declaración decidió abandonar la sala por voluntad propia, ya que vino el testimonio de la perito del Servicio Médico Legal, María del Carmen Bravo, médico legista, quien depuso acerca del informe de autopsia, ocasión en que el fiscal Fernando Dobson exhibió fotos de fuerte contenido.
“Me retiré por voluntad propia y por salud mental no quise ver nada porque dijeron que eran fotos muy fuertes”, señaló Marbeth Díaz.
“Prefiero quedarme con la imagen de mi hermano, como un hombre humilde, trabajador y amigo de sus amigos”.
Respecto a lo que fue su declaración, indicó que al menos tuvo la oportunidad después de tantos años de expresarse frente a los jueces y de pedirles que hagan justicia, como corresponde a este caso.
“Llevo tantos años esperando esto, por lo que hicieron estos delincuentes que mataron a mi hermano”.
Al consultarle si es difícil para ella utilizar la palabra delincuentes siendo que son sus sobrinos, “creo que la calificación aún es suave ya que dejaron de ser mi familia cuando cruzaron la línea humana, porque para mí son todos chacales”.
Respecto a la violencia intrafamiliar que dijeron sufrir de manos del jefe de hogar, en el caso de los hijos desde niños y también la esposa, Marbeth lo desconoció por completo. “Nunca supe nada de esto, mi cuñada y sobrinos jamás me lo dijeron, sólo me vine a enterar durante el proceso judicial. Si me hubiesen contado habríamos hecho la denuncia todos juntos”.
Juicio
Los hermanos Omar Ariel y Constanza Isabel Díaz Pérez llegaron a este juicio acusados por la Fiscalía de cometer un parricidio, en calidad de autor y de cómplice respectivamente.
El fiscal Fernando Dobson Soto pide a los jueces penas de 18 años y 12 años de cárcel respectivamente.
El desabollador fue ultimado el 5 de febrero de 2018, cuando estaba en casa y se desató un violento episodio de violencia intrafamiliar entre el matrimonio y el hijo que salió en defensa de la madre.
Este último terminó matando al padre y la hermana le habría ayudado a encubrir el hecho de sangre. Al igual que la madre, Margarita Pérez Muñoz, quien zafó de ir a juicio por un tema legal.