Necrológicas

– Viviana Flores Méndez

– Luis Enrique Alvarez Valdés

El Tany Loayza

Por Jorge Abasolo Jueves 13 de Julio del 2023

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En mis tiempos de mocoso, cuando me compraban la Revista Estadio y vivía en Viña del Mar había un dicho que ya empezaba en esos años a quedar desfasado. Cuando alguien no podía comprender alguna cosa que el resto sí entendía, solía decirse:

– Este salió más duro que el Tany.

Me pregunto hoy en día, si se utilizara este término, ¿cuántos jóvenes lo entenderían?

¿Qué significa para la generación de menos de 40 años el nombre de Estanislao Loayza Aguilar, alias El Tany?

Este iquiqueño tuvo una carrera profesional brillante, con un total de 115 peleas profesionales, de las cuales ganó 75…y nada menos que 33 por la vía del nocaut.

Como lanzado con honda para los puñetes, pronto ganó el campeonato de Chile y el Sudamericano.

A poco andar, ya no tenía rivales en Chile. Entonces, un 13 de noviembre de 1924 se las emplumó de este país en busca de un medio más exigente. A bordo del vapor Teno emprendió rumbo a Estados Unidos y ya a los 20 años debutaba en el mítico Madison Square Garden. 

En Nueva York el Tany se hizo tan famoso que fue apodado “El Puma” y hasta recibió una invitación para almorzar con…¡Al Capone! Este capo de la maffia no se perdía combate del chileno y aquí la historia se cruza con la leyenda, pues me sopla esa vieja copuchenta llamada historia que el siciliano de la cossa nostra habría protegido al Tany en una estafa que sufrió con la recaudación de uno de sus combates. El Tany habría sido invitado varias veces a casa de Al Capone, en esas parrandas propias de poderosos sin escrúpulos, donde lo más sano que se podía encontrar era una botella de whisky y el perro favorito del gordo del tajo célebre. 

Que el Tany haya sido amparado por Capone, es verídico. Ahora, que haya participado en esas fiestas orgiásticas…es un capítulo ya imposible de comprobar.

Este humilde chiquillo de Iquique se ganó el respeto y hasta la admiración de muchos yanquis cuando en el mítico Madison Square Garden derrotó por puntos ni más ni menos que al local Moe Gambers, uno de los más grandes pugilistas en la categoría liviano de aquellos años. Y vino una catarata de nuevos triunfos ante rivales italianos, cubanos y mexicanos.

Ya muchos pensaban que este iquiqueño cumpliría con el sueño dorado de darnos un título mundial en el rudo deporte de los puños.

Y llegamos a la fecha memorable. Ese 13 de julio de 1925, en Nueva York, el “Tany” Loayza se enfrentó por el título mundial de los medianos ante el norteamericano Jimmy Goodrich. 

Yo vi la película…y es para llorar.

El Tany era el favorito. Se planteó bien ante el gringo, pero tuvo que retirarse en el segundo asalto, luego de caer cinco veces en el primero. Estas caídas no se debieron a golpes del adversario. ¿Qué había ocurrido? Una vez más la mafia había metido sus tentáculos en una pelea donde las apuestas volaban hasta el éxtasis.

El árbitro, un gigante ex peso pesado de apellido Smith, al intentar separar a ambos púgiles con sus más de 100 kilos, pisó a Loayza, fracturándole un pie. Con ello, la ilusión de un país se desvanecía. ¿Fue fortuito ese pisotón, o era parte de un plan mafiosamente concebido? 

Sin quererlo, el Tany inauguró en los Estados Unidos el fatalismo del deporte chileno, la clásica mala pata criolla, esa que siempre queda a metros de lograr un trofeo importante, y a centímetros de tocar el cielo.

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