“A mí no me gustan las idolatrías; Allende tiene luces y sombras”

El Presidente Gabriel Boric manifestó que si bien, políticamente, la trayectoria de Salvador Allende es “impecable”, el ex Mandatario chileno tiene sus “luces y sombras”.

Durante su gira por Europa, donde el tema de los 50 años del golpe de Estado y el derrocamiento de Allende se tomaron parte de la agenda, el Presidente Boric conversó con la BBC y donde comentó qué significa para él la figura del ex jefe de gobierno.

Así, manifestó que “tengo un profundo respeto por la figura de Salvador Allende. No solamente por su figura en su hora última, la de su último discurso, sino por su trayectoria política”.

Sin embargo, manifestó al medio británico que “a mí no me gustan las idolatrías. Allende, como toda persona compleja, tiene luces y sombras. El nunca pretendió ser un santo, pero políticamente, desde mi punto de vista, su trayectoria es impecable. Y lo respeto muchísimo”.

Para Boric, Allende fue “un demócrata desde el minuto uno, ministro de Salubridad, militante del Partido Socialista, siempre luchó por las causas sociales justas en Chile y en América Latina. Un gran conciliador y buscador de acuerdos que en los momentos más duros siempre optó por la democracia”.

“Heridas abiertas”

Consultado sobre su lectura de la división que el asunto causa entre la población chilena, estimó que “es producto de que las heridas que hay en nuestro país por la dictadura militar todavía están abiertas”.

“El hecho más patente es que aún no encontramos a todos nuestros desaparecidos. Nos siguen faltando cerca de mil personas. No ha habido la suficiente justicia. La justicia, para ser tal, tiene que ser oportuna, y nos hemos demorado mucho en Chile”, reconoció.

El Presidente añadió que “todavía hay juicios pendientes, abiertos, hay mucha gente que no sabe qué pasó. Hay gente que fue torturada que sabe quiénes son los responsables, pero ellos no han asumido ninguna responsabilidad. Ni personal ni en términos penales”.

“Las heridas abiertas, cuando las tocas, generan dolor. Para poder cicatrizarlas tenemos que hacernos cargo y coserlas. Y eso va a doler”, adelantó Boric.

A poco menos de dos meses de la conmemoración del golpe de Estado, parte importante de las actividades que el Mandatario ha encabezado en el viejo continente tienen relación con aquel contexto, entre ellas algunas han generado críticas en Chile.

Partidos de derecha anunciaron que no firmarán la condena transversal del derrocamiento de Allende y las violaciones a los derechos humanos propuesta por Boric, al tiempo que cuestionaron que condecorara al exjuez español Baltasar Garzón debido su rol en el procesamiento de Augusto Pinochet, repudiado por asesorar a Bolivia en su fallida demanda marítima.

De acuerdo a la oposición, estos gestos dan a entender que el Gobierno utiliza este contexto para “dividir” a los chilenos, y los atribuye a la salida de Patricio Fernández de la coordinación de las acciones de memoria, así como a la influencia del Partido Comunista.

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