Locales nocturnos clandestinos

La proliferación de locales nocturnos clandestinos es uno de los problemas que enfrenta la Municipalidad de Punta Arenas y que requiere necesariamente del apoyo de las policías, de servicios públicos y también de la comunidad.

Tras el reciente operativo, que permitió identificar y cerrar el clandestino ubicado en Ignacio Carrera Pinto, el tema volvió a ponerse en la discusión pública, pero es una situación que ha venido agravándose en los últimos años.

De hecho, la pandemia y sus restricciones relativas al traslado y reunión de personas parecieron alentar la operación de este tipo de locales, tanto para el expendio de alcohol y cigarrillos, como para el tráfico de drogas. Igualmente, denuncias de la época también se enfocaron en el comercio sexual.

Lamentablemente, no resulta fácil hacer cumplir las normativas y la ley una vez identificado el funcionamiento ilegal y en la trastienda de este tipo de actividades. Ello, porque, en la mayoría de los casos, los fiscalizadores no han podido desarrollar una acción efectiva al presentarse en estos lugares, pues los propietarios o arrendatarios de estos locales y casas eluden responsabilidad y alegan que se trata de reuniones familiares o fiestas privadas con amigos.

La labor fiscalizadora municipal también resulta dificultosa, pues las municipalidades carecen de facultades para ingresar a domicilios particulares salvo que exista una orden judicial.

Pero, ello no limita que los diferentes departamentos de la municipalidad realicen acciones que les compete. Aquí es relevante lo que puedan hacer la Dirección de Obras Municipales y el Departamento de Rentas y Patentes, entre otros.

El funcionamiento de estos locales clandestinos tiene que ser combatido y, por ello, fue importante la reunión de coordinación que sostuvieron la semana pasada el alcalde de Punta Arenas y el fiscal regional.

Nada bueno para los habitantes de nuestra región traerá la proliferación de estos locales nocturnos, pues a ellos está asociada una serie de delitos e ilícitos, como la trata de personas, el comercio sexual y la explotación sexual infantil, el tráfico de drogas, apuestas ilegales y venta de bebidas alcohólicas y cigarrillos contrabandeados. A todo ello, se agregan la vulneración de los pagos de patentes y los otros problemas derivados de la ingesta excesiva de bebidas alcohólicas y la drogadicción.