Víctima de feroz golpiza declaró detrás de un biombo para no ver a sus agresores, Adalio Mansilla y Erick Gamín
Le pegaron brutalmente hace más de un año en la vía pública, pero el susto y miedo que siente es permanente. Por eso ayer cuando declaró en el juicio oral en contra de sus agresores pidió hacerlo detrás de un biombo, porque aún tiene miedo de verle las caras.
Sentados en el banquillo de los acusados, a partir de este miércoles Erick Esteban Gamín Lemus y Adalio Mansilla Quinchamán están siendo juzgados por el violento hecho que protagonizaron el 7 de agosto del año pasado.
Ese día, a las 11,30 horas, la víctima conducía un camión Hyundai Porter por Avenida Salvador Allende cuando fue colisionado al llegar a Avenida Circunvalación por un vehículo Toyota Yaris que guiaba Francisco Lepín Ovando, quien no habría respetado la señal Ceda el Paso que hay en ese lugar.
En el vehículo viajaban de acompañantes los acusados, Gamín y Mansilla. Y cuando ambos conductores se “arreglaban a la buena” para cancelar los daños causados al camión, los acusados comenzaron a insultar a la víctima.
Luego, Adalio Mansilla lo golpeó con los puños en la cara, provocando la caída al suelo del camionero y de ahí huyó rápidamente del lugar.
Pero eso no sería todo. El otro sujeto, Eric Gamín, tomó una pala que la víctima llevaba en la camada del camión y con ella le pegó violentamente en la cabeza y huyó.
El hombre sufrió diversas lesiones, en el rostro, ojos y en el cráneo. Estas últimas fueron de carácter grave, de riesgo vital.
La fiscal Wendoline Acuña pide que Mansilla Quinchamán sea condenado a tres años de cárcel como autor del delito de lesiones graves. Le perjudica la agravante de haber cometido este nuevo delito cuando cumplía otra sentencia.
Y para el amigo, Erick Gamín, se postula una condena de 10 años de presidio por homicidio simple en carácter de frustrado.
“Mi vida cambió
para siempre”
“Mi vida cambió para siempre, al igual que a mí familia”, le dijo la víctima de esta agresión a los jueces al ser presentado como testigo de la fiscal de la causa.
La golpiza marcó un antes y un después en su vida.
Cuando Wendoline Acuña le mostró fotos de una pala, la reconoció de su propiedad, siendo la que usaron para golpearlo.
Muestra de ello es que la parte donde se toma con la mano, la manilla de plástico, se rompió.
“Si usted me pregunta cómo vivo ahora repito que mi vida cambió mucho. Ya no puedo trabajar como lo hacía antes, hacer puras cosas livianas. Esto me afectó muchísimo mi vida y de los que me rodean, mis dos hijos y mi señora”.
Defensor
El abogado de la Defensoría Penal, Rodrigo Lillo, que representa jurídicamente a Adalio Mansilla, dijo que en este caso, por quien es el imputado, “hay un cierto prejuicio ciudadano, de que una persona por haber estado involucrado en otros incidentes también puede ser el autor de otro delito bastante grave”.
En este caso dijo que si bien su cliente aparece involucrado, “no es el autor de la agresión más grave que sufrió la víctima, que lo llevó a estar hospitalizado un tiempo y recibir tratamientos médicos”.
El historial judicial
de Adalio Mansilla
Adalio Enrique Mansilla Quinchamán, apodado “El Caco”, es una persona más que conocida por Gendarmería. Desde temprana edad inició el circuito judicial por hechos de sangre.
El año 2013 aprovechó un beneficio carcelario que le permitió salir los fines de semana para quebrantar su condena, no retornando a su lugar de su reclusión.
A los 15 años se vio envuelto en el asesinato de Oscar Ojeda Loncomilla, en la población General del Canto, hecho de sangre ocurrido el 28 de febrero de 2009. Ahí recibió una condena como coautor de homicidio calificado, a la pena de 5 años de cárcel, con internación de régimen cerrado con programa de reinserción social, en la cárcel juvenil de Río de los Ciervos.
Posteriormente el 16 de junio de 2015 fue detenido por apuñalar mortalmente con un corvo a su amigo, Claudio Donoso Donoso, en la población Nuevo Horizonte.
Por este crimen recibió 10 años de cárcel, pena que cumplía en 2025. Pero en octubre de 2021 la Comisión Especial de la Corte de Apelaciones le otorgó la libertad condicional.
Y en agosto de 2022 apareció involucrado en el incidente que hoy lo tiene nuevamente enfrentando un juicio oral.
Brutal crimen
Pero el hecho de sangre más brutal en su vida es el que protagonizó la madrugada del 14 de enero de este año, cuando junto a su sobrino Fabián Peña Mansilla dieron muerte al estudiante Roberto Verdugo
La víctima se dirigía a su casa, en la población Nelda Panicucci, cuando terminó compartiendo en la casa de sus verdugos.
Pasó frente a la vivienda donde los sujetos estaban bebiendo en el antejardín. Por aceptar la invitación terminó degollado y con el cuerpo desmembrado, luego de que en primera instancia quisieron deshacerse del cuerpo en el patio de la casa, pero no pudieron.
Los autores fueron detenidos y enviados a la cárcel.