Despidos de académicos de la Umag
Llega el fin de año y fechas que son clave respecto de la renovación de contratos en los estamentos públicos. Este tipo de decisiones son adoptadas luego de un proceso de evaluación e, incluso, de conversaciones con los posibles afectados y las jefaturas inmediatas.
La Universidad de Magallanes no es ajena a este escenario y, en las últimas horas, varios académicos de esta casa de estudios superiores han comenzado a recibir algunas notificaciones en las cuales se les informa que se prescindirá de sus labores para el próximo año.
Esta universidad está enfrentando, quizás más que en años anteriores, enormes desafíos, dados estos por las posibilidades que se están abriendo principalmente en el campo del desarrollo productivo ligado con la industria del hidrógeno verde, la necesidad de impulsar la tecnologización en las empresas regionales, amén de aportar a la transición energética y también atender las acuciantes urgencias que impone el cambio climático.
Estas demandas, empero, chocan con aspectos financieros, siendo el balance precario.
En tal contexto, en las últimas horas se ha generado gran revuelo al interior de la comunidad universitaria debido a una serie de despidos notificados a académicos.
Al cierre de esta edición, la Asociación Regional de Académicos de la Universidad de Magallanes tenía certeza de 10 casos de funcionarios a los cuales se les indicó que no se les renovarán los contratos.
La forma cómo se fue dando este proceso ha sido rechazada por esta asociación, la cual ha calificado de inédito lo que está sucediendo, pero también ha alegado que estos despidos se presentan discrecionales. Existe el testimonio de muchos jefes directos que se han sumado a estas objeciones, haciendo ver que ellos no han participado en la evaluación del personal ni se les había notificado de la decisión de rescindir tales contratos.
Para la asociación de académicos, todo esto se presenta anormal y cuestionable, a la vez que sostiene que, en un primer término, sería razones financieras las que habría gatillado estas desvinculaciones.
Todo esto ha sido retrucado por la Vicerrectoría de Administración y Finanzas, la que, si bien no elude que también hay razones económicas, ha asegurado que fueron evaluaciones del desempeño académico y de cumplimiento de la línea de investigación de estos docentes los que explican la medida de no renovarles el contrato.
Sin duda, todo esto ha generado un ambiente de intranquilidad comprensible al interior del claustro universitario, que debe ser rápidamente despejado, transparentando la información a través de un diálogo interno, respetuoso, que asegura que no se han vulnerado los derechos de los afectados con la decisión adoptada por la rectoría.
