Necrológicas

Nacemos todos los días

Por Emilio Boccazzi Campos Lunes 25 de Diciembre del 2023

Compartir esta noticia
124
Visitas

La Navidad, recuerda el nacimiento de un niño divino que trae esperanza, amor y paz. Después a aquel niño divino no le va bien en cuerpo humano y es crucificado vivo por sus hermanos, los seres humanos. Y renace un día después como señal divina y supuestamente para salvarnos eternamente. Lo concreto es que la humanidad por unos minutos, horas o algunos días, celebra la Navidad en todo el planeta o en casi todo, en infinidad de formas, pero esencialmente en familia, con cariños o si, está solo, con espíritu de recogimiento y descanso que invita a la reflexión.

Por ello, esta fecha que celebramos o conmemoramos cada año es una nueva oportunidad, como un año nuevo una semana antes que el “año nuevo”. Cada 25 de diciembre es una nueva oportunidad que nos da la vida y la fuerza superior que mueve la energía esencial para que esto siga girando con todos nosotros arriba por el rato que nos toque.

Pero mientras ello ocurre, mientras giramos, la Navidad es una fecha que nos da la oportunidad de auscultarnos, de mejorar, de aportar, de sumar, de ser más positivos para con quienes nos rodean, con quienes constituimos familia, grupo, comunidad.

Es como un año nuevo, pues cada 25 de diciembre, se celebra, conmemora y/o recuerda al nacimiento del niño en el pesebre. Por lo tanto como el 1 de enero significa el nacimiento de un nuevo año calendario el 25 de diciembre es el nacimiento de un nuevo año espiritual que también es físico, pues es tangible y nos da la oportunidad de aprender de lo simple, de lo genuino, de lo importante que no es otra cosa que el sentimiento y el amor a las personas y a lo que hacemos.

Cada 25 de diciembre pudiera mejorar un poco todo lo que el ser humano retrocede todos los días. Un inicio siempre es bueno, para superar, ser mejores, parar el nulo entendimiento, la polarización, la enemistad, la depredación y transformar las buenas y lindas palabras en acción. 

Como nunca en toda la historia de la humanidad, el ser humano tiene hoy día, más conocimiento y recursos para satisfacer a todos sus hermanos, a la humanidad, con una suficiente alimentación, abrigo y paz para cada persona que habita la tierra. Aunque hoy seamos 8 mil millones de seres humanos sobre la Tierra. 

Por otra parte, ésta, la Tierra, que es sinónimo del que nace, que es hija del mismo creador, ya se queja pues, el abuso, la gula y ambición humana, no tiene límite y la afecta hasta enfermarla. Aún espera un cambio en la actitud diaria de cada uno. Tratar bien a la tierra es tratarnos bien a nosotros mismos. 

Tratar bien al otro es también tratarnos bien a nosotros mismos. Por ello, cada oportunidad de reflexión, que cada vez son menos, con tanta vorágine y angustia consumista, es una oportunidad que no debemos perder, y dar un mejor sentido a la Navidad, es efectuar un giro en la dirección correcta, que es ser mejores personas, mejores hijos, padres, nietos, amigos, vecinos, asociados, adherentes, integrantes habitantes, etcétera, etcétera. 

La Navidad es una fiesta de amor, de nacimiento, de esperanza, pero ello no significa o debiera significar que sigamos igual, sin cambios, sin mejora, como esperando que algo divino nos cambie, sino que parte por nosotros mismos. Si ello no ocurre, significa que cada vez, caemos más y más en la violencia, el egoísmo y la incomprensión, incomprensión primero con nosotros mismos y nuestra forma de encarar la vida, en un mundo que necesita a gritos un poco más de calma, de sosiego, de empatía y de generosidad.

Buen año nuevo cristiano, con este nuevo nacimiento, que ojalá signifique en cada uno de nosotros un poquito más de positiva actitud para con los otros y para con nuestra casa común como es nuestro planeta, dado a nosotros por el padre y madre del bebé que hoy nace. Feliz Navidad para todos, paz y más amor en nuestros corazones.

Pin It on Pinterest

Pin It on Pinterest