Trabajan para mantener operativos los semáforos y señaléticas

Alex Chacón y Arturo Ossandón llevan 31 y 29 años respectivamente trabajando en la mantención de los semáforos, e incluso de señaléticas, en el taller de la Dirección de Tránsito en calle Ignacio Carrera Pinto, próximo a la Costanera. Sin embargo, su quehacer laboral está por experimentar un cambio.

“Yo llegué a principio de los años 90 y siempre he estado ligado a los semáforos. La mayoría de ellos llega por colisión vehicular porque prácticamente todos los puntos están expuestos a tener accidentes. Los semáforos que operan en las avenidas España y Bulnes han sido los más maltratados”, admite Chacón.

Actualmente hay 20 semáforos en proceso de ser reparados para volver al servicio, además de 4 mil señaléticas, algunas de ellas listas para ser repuestas. “Diariamente salen unas 10 señales para ser instaladas”. 

Por su parte, Arturo Ossandón (56) también ha dedicado gran parte de su vida a la misma tarea. “Nos toca también repintar los postes de las señalizaciones que siempre caen por el viento. El trabajo de repintado es constante. Estamos todo el año con mucha actividad”, subraya.

La prioridad de reposición siempre la tienen los signos Pare y Ceda el Paso para evitar la ocurrencia de algún accidente.

En paralelo se encargan de enseñar a su alumno en práctica, Damián Gómez, del Instituto Don Bosco, quien se está especializando en electrónica.  

Para 2024 el municipio externalizará todo el servicio de mantención e instalación de las señalizaciones y demarcaciones viales a través de una licitación integral que asciende a los 200 millones de pesos y que espera recibir oferentes durante el primer semestre para comenzar su ejecución en la segunda parte del año. 

Una vez que entre en marcha dicho servicio licitado, tanto Chacón como Ossandón serán los encargados de fiscalizar los procesos de mantención tanto de las señaléticas como de los semáforos, que tendrán una licitación a parte, para dar paso a un rol que requiera de menos esfuerzo físico para ellos tras décadas de trabajo. 

“Ya a estas alturas la edad se va sintiendo entonces cuesta más mover las cargas pesadas en el taller”, manifestaron en conjunto mientras soltaban una carcajada.