Adec y su tecnología de visión artificial con versatilidad de usos

Tanu es un centinela de visión artificial que por medio de entrenamiento de máquinas permite generar distintas detecciones, desde aves, mamíferos, hasta maquinarias, vehículos o personas. La máquina, a través de su software y funcionamiento, puede ser configurada para crear bases de datos mediante sus registros, que lo llevan a ser útiles en campos muy diversos.

“Trabajamos esto con Enap en la inspección de ductos. Entonces va pasando el dron y se van detectando distintas maquinarias o socaves en los ríos, cruces de camino, cercos, vehículos o camionetas: cualquier tipo de singularidad que se presente sobre el ducto”, comenta Cristofer Matulich, gerente general de Adec, la empresa que desarrolló esta iniciativa.

De este modo vieron la oportunidad de llevarlo hacia la industria del hidrógeno, al estar en boga los proyectos asociados y la necesidad que mantienen éstos por certificarse ambientalmente. “Esta tecnología le calza perfecto a resolver esa problemática que se estaba generando de tener registros fidedignos, cuantificar, poder tener trazabilidad de datos durante el tiempo”, expone Matulich. Para esta función, la idea es emplazar el centinela en cuerpos de agua y espacios donde se aglomeren las aves para detectar “la cantidad que hay durante el día, la frecuencia, el tipo de ave que se encuentra, las rutas que van tomando de alimentación, cosa de poder tener un catastro día a día y que es trazable durante el tiempo”.

Además, esta tecnología es compatible y pueden trabajar en paralelo con radares. “El radar va a detectar una masa que se dirige a cierta velocidad y cantidades, pero no dice qué tipo de ave es. Ahí es donde el centinela permite generar esa sincronía con el radar y poder detectar y tener registro si es un flamenco, cóndor, etc”.

Modelo digital
ambiental 

El objetivo y sentido de esto es poder desarrollar un modelo digital ambiental. “Si podemos expandir esta tecnología en distintas zonas de la región o en distintos proyectos de hidrógeno, vamos a poder ir generando data que nos permita tener conciencia de lo que está pasando en el ambiente”. Se trata de contar con una cuantificación de datos para toma de decisiones con sustento científico. “Creo que sería muy importante para la región, porque sería la primera región que basara su actividad constructiva en base al medioambiente”.

“La idea de esto es convertir a Magallanes en una zona que podamos tener un modelo digital ambiental en tiempo real. Es decir que si viene una bandada de aves por Argentina y se detecta en el primer proyecto de hidrógeno, que quizás puede ser Total Eren, podría detectar por dónde van a ir pasando y así ir parando o bajando la intensidad de aerogeneradores de otros proyectos que vayan en su ruta, cosa de que actúe todo como un conjunto y se puedan tener los datos de todo lo que está pasando en distintos sectores”.

A su vez, Matulich explica que esta tecnología puede ser aplicada en distintas cámaras que ya están en uso, como las de seguridad, para darles una segunda aplicación. De esta forma, generaron contacto con la Base Antártica Bernardo O’Higgins para generar la disposición de Tanu en sus cámaras de vigilancia. “Justo en esa base se encuentra una colonia de pingüinos papúa, entonces ellos generaban protocolos de conteo hechos por personas. Entonces esta tecnología viene a darle un segundo uso a sus cámaras que ya disponen con energía, conectividad, pero les sirve para generar un registro, tener el conteo, la trazabilidad en el tiempo”.