De pintar las calles de Punta Arenas a embellecer la base Inach en la Antártica
Originario de Puerto Octay (Región de Los Lagos), Jorge “Cejec” Canicura Montiel, de 35 años, toma asiento en un sillón al mismo tiempo que acomoda su gorra, en las oficinas de este diario. “Magallánico de corazón”, según sus propias palabras. Lleva más de 12 años en la región.
Luego de dedicar gran parte de su vida al mundo de la grafitería, muralismo y diseño gráfico se encontró con una experiencia que lo marcaría para el resto de su vida; pintar y hermosear la base del Instituto Antártico Chileno (Inach) en la Antártica, “Profesor Julio Escudero”, en la isla Rey Jorge.
En una de sus tantas intervenciones artísticas en Punta Arenas invitó al personal del Inach, el que quedó maravillado con su trabajo a tal punto de invitarlo a pintar su base en el continente blanco.
– ¿Desde qué edad se dedica a pintar?
– “Desde primero básico comencé con el dibujo, luego me gustó la pintura y finalmente estudié diseño gráfico en Osorno. En el grafito comencé por el 2004. Desde 2015 vivo del arte”.
– Un hito antártico constituye ser la primera persona en plasmar su arte en la Antártica.
– “No había sucedido. Sólo existían pinturas de las banderas en las bases, no habían diseños con imágenes, pero creo que poder ser parte de esta experiencia es gracias a mi trabajo que llevo haciendo en la región. Fue un desafío”.
– ¿Cuáles fueron los principales desafíos a los que Ud. se enfrentó en la Antártica?
– “Trabajar con una pintura especial que se mezcla con otro componente para que dure en las bajas temperaturas, algo que nunca me había tocado. Todo fue un desafío, la Antártica es un lugar extremo y era todo incierto en cuanto a las temperaturas, no sabíamos cuándo podríamos trabajar”.
– ¿Pensó en tener una experiencia así?
– “Me costó procesarlo, jamás pensé pasar de estar pintando en las calles de Punta Arenas con grafitos o muralismo a estar pintando en el lugar más lejano era algo inimaginable. Lo más extremo que he pintado fue en Puerto Williams. Es un lugar salvaje, todavía inexplorado”.
– ¿Qué le dejó este desafío?
– “Me inspiró a realizar otros proyectos. Ahora estoy generando una línea de ilustraciones con animales antárticos. Espero que esta experiencia me deja más proyectos y oportunidades”.
Por último, el artista urbano agradeció a sus amigos que lo acompañaron y ayudaron en la concreción de este proyecto, como lo son Pablo Ruiz y René Quinán, quienes también se dedicaron a apoyar las labores de pintura.




