Familia relata los días críticos que vive chofer de choque frontal y se queja contra el Mop
Hoy se cumplen 18 días desde que el chofer Ricardo Ojeda Mansilla entró al Hospital Clínico luego de haber sido colisionado frontalmente en plena Ruta 9 Norte por un camión del Servicio de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas, a la altura del puente Chabunco, el pasado domingo 14 de enero. Estas semanas el accidentado las ha pasado en la Unidad de Pacientes Críticos, con constantes visitas de su familia que ha sido testigo de sus pequeñas mejoras: abrir los ojos, pestañar, mover una mano o una pierna. Sigue en estado grave, con riesgo vital y sin un diagnóstico médico claro, dado que los electroencefalogramas aún detectan mucha sangre en su cerebro.
La tarde de este miércoles su esposa, cuñada e hija lo visitaron, ad portas de una cirugía en su brazo izquierdo producto de una fractura. Esta ha tenido que ser aplazada en ocasiones anteriores dado su delicado estado de salud, especialmente en su cerebro producto de los coágulos resultantes del impacto, necesitando estabilización previo a un ingreso a pabellón. La noche del martes presentó fiebre, por lo que la familia no estaba segura de que fuera a realizarse la operación y horas más tarde, luego de la visita, confirmaron que tuvo que volver a agendarse.
Ojeda Mansilla se desempeñaba como pescador artesanal, dedicado a distintas faenas, pasando por la extracción de erizo y la centolla. “El es deportista, todos los días jugaba a la pelota después de su trabajo. El doctor dice que es bueno eso, porque le ayuda a su recuperación”, relata su esposa, Jimena Llancalahuén Tecay. “Él si estuviera acá me diría que se quiere ir a su casa, salir de esa cama, porque él era bien activo, todo el día andaba de acá para allá. No era flojo de estar sentado, tenía una energía todo el día, era trabajo y deporte”.
De momento, el único diagnóstico preliminar que se le ha informado a la familia es de daño axonal difuso. Este se caracteriza por lesiones multifocales y generalizado en los axones, que forman parte de las neuronas. Las consecuencias de este tipo de lesiones varía y es el responsable de la mayoría de las alteraciones de atención, memoria, velocidad de procesamiento y alteraciones en traumatismo cráneo-encefálicos. Sin embargo, su evolución varía en cada caso y depende de cada paciente. “El es una persona joven, de 44 años, deportista, no tiene ninguna enfermedad, entonces en ese ámbito nosotros tenemos esperanza. Pero todo depende de él y lo que puedan hacer los médicos”, relata su hija, Camila González, saliendo del horario de visita.
Los médicos le aseguraron a la familia que es bueno que al visitarlo es bueno estimularlo, que reciba su tacto, escuchar sus palabras o algo de música para ver sus reacciones. La hija menor, de 14 años, no lo ha podido visitar, pero envía audios que sus familiares le reproducen en sus visitas. También le reproducen rancheras, música predilecta de Ricardo.
Obras Públicas y familia del camionero
Según consigna la familia, desde Obras Públicas se acercaron los tres primeros días para ofrecer cubrir los gastos. Ya los últimas dos semanas no han tenido contacto alguno con la familia. “Ni siquiera se acercaron a preguntar cómo estaba su marido, preguntaron qué gastos tenían que cubrir. Imagínese ellos preocupados de recuperar los materiales mientras mi cuñado está entre la vida y la muerte”, sostiene Pamela Llancalahuén, cuñada de Ricardo Ojeda. “Venimos todos los días con una esperanza de que mi cuñado pueda abrir sus ojos y vuelva a ser el mismo”.
Paralelo a esto, el día del accidente, Carabineros autorizó el retiro de los vehículos del sitio del suceso a las 21 horas. “El Mop sacó su camión con todo y el otro auto lo dejaron botado. ‘Arréglensela como puedan’. Imagine que nosotros estábamos esperando acá el resultado de mi cuñado, qué nos íbamos a preocupar de sacar el auto”, cuenta Llancalahuén. Tuvieron que reunir entre 12 a 15 personas para poder subir los restos de carrocería a un camión de retiro.
Por otra parte, aseguran que la familia del camionero no ha tenido ninguna cercanía con los principales afectados. “Mi cuñado era el sustento del hogar. Ni siquiera han venido a preguntar cómo estamos. Lamentablemente la señora del camionero es enfermera, ellos tienen los diagnósticos que están entrando acá. Pero a nosotros, ni siquiera el día que pasó el accidente, se han acercado como familia, por último por intermedio mío, que soy la hermana”, agregó Pamela.
Redes de apoyo y colectas
El apoyo ha venido desde círculos familiares y laborales de Ricardo Ojeda, los equipos de fútbol Sporting Cristal y FC Pescadores Magallanes, donde jugaba. Por otro lado destacan la colaboración voluntaria incluso de desconocidos, quienes se han preocupado por organizar colectas, además de brindar acompañamiento y apoyo a la familia, incluso en las salas de espera previas a las visitas.
Para este domingo 4 de febrero organizaron un “Gran Curanto”, con retiro, en la Sede Club Deportivo Natalino, en Eusebio Lillo Nº1854, para el cual han tenido gran éxito, vendiendo casi la totalidad de los platos. La siguiente semana, el sábado 10 de febrero, han organizado un Gran Bingo en el gimnasio Domo, donde los premios y sorpresas fueron donados solidariamente por pescadores artesanales, gente de los clubes de fútbol, amigos y cercanos que conocieron del caso.