Necrológicas

Cerro Castillo, tierra donde huasos y gauchos trabajan codo a codo

Domingo 4 de Febrero del 2024

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Como una oportunidad para transmitir la identidad de los habitantes de Torres del Paine, la Fiesta a la Chilena de Cerro Castillo muestra las costumbres y la vida diaria del campo, con transmisión de las actividades y oficios de generación en generación. Todo ello se plasma en distintas muestras de carácter folclórico como sus bailes y cantos, o en las prácticas con el caballo y los animales.

Las jornadas de actividades se abren con la jura de caballos chilenos, donde jinetes orgullosos muestran e inscriben sus equinos para las competencias que proseguirán los siguientes días, instancia para mostrar sus destrezas y habilidades. En la inauguración, se pueden apreciar muestras folclóricas como bailes, payas y cantos, además de una primera pincelada de las caballerías. 

Poco a poco, avanza la fiesta y sobre la cancha el galope de los caballos recuerda a los testigos del nombre popular que tiene el espacio: la Tembladera.

Rodeando los tres palenques, los jinetes preparan su monta, sin descuidar un rezo al cielo antes de subir al caballo. 

Desde regiones más alejadas como Aysén o Copiapó, sectores locales como Porvenir o Agua Fresca, hasta del otro lado de las fronteras, como Veintiocho de Noviembre, Río Turbio o Gallegos, llegan hasta la histórica cancha de jineteadas para mostrar su destreza, coraje y, a la vez, probar suerte, ya que la reacción del animal hasta el último minuto juega un rol en su muestra. Así, ávidos jinetes se encuentran con desganados o desgastados caballos, u otros iniciáticos les toca subir al más indómito bagual.

Niños y niñas miran asombrados las hazañas de sus mayores y, desde pequeños, comienzan a imitarlos montando en caballitos de madera y esquivando tambores. En la adolescencia, la pericia y conexión con su caballo es una forma de demostrar su madurez y valía para las labores campestres.

El paso del tiempo ha llevado a que la fiesta vaya tomando mayores proporciones, ahora dotando de un escenario y amplificación para la presentación de artistas una vez  que concluyen las jineteadas. Se privilegiaron artistas regionales como el Grupo Fortaleza, Nuevo Sonido Barrabás o Chepo Sepúlveda, pero también contó con una invitada internacional desde Argentina, Sele Vera, que hizo bailar y cantar al público al son del chamamé.