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Un reinado efímero…

Por Jorge Abasolo Jueves 8 de Febrero del 2024

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Como Luis Felipe I fue proclamado “rey de los franceses”, se le adjudica a su antecesor, Carlos X, el título del último “rey de Francia”.

Sin embargo, entre la abdicación del hermano de Luis XVI (2 de agosto de 1830) y el momento en que su primo, Luis Felipe, fue proclamado rey en presencia de las dos Cámaras, el 9 de agosto -es decir, en menos de una semana-, otros dos herederos subieron también al trono en Francia, de manera más simbólica que oficial.

La revolución de Julio, llamada “Revolución de las Tres Gloriosas”, provocó la abdicación del muy conservador Carlos X, un 2 de agosto de 1830. Según las reglas, debía sucederlo su hijo mayor, Luis Antonio. Pero su padre no lo consideraba apto para conservar el poder y prefirió a su nieto de diez años, Enrique de Artois.

Para que el pequeño Enrique pudiera subir al trono de Francia, era preciso que Luis Antonio, el heredero legítimo, renunciara a sus derechos. Se indicó que a Carlos X le costó mucho trabajo convencer a su hijo y que este le suplicó que lo dejara reinar, aunque fuera durante una hora.

Aclaremos que esta abdicación era ilegal. En las leyes fundamentales del reino, había un principio de “indisponibilidad de la Corona”, según la cual el rey no podía cederla, ni entregarla a una potencia extranjera, ni tampoco abdicar. Por supuesto, Carlos X, que detestaba cooperar con su Parlamento, no era hombre de dejarse intimidar por esos detalles de procedimientos.

Aunque Luis Antonio aceptó finalmente cederle el trono a Enrique de Artois, pasaron veinte minutos entre la abdicación de Carlos y el renunciamiento de Luis, durante los cuales el ex delfín ocupó simbólicamente el trono de Francia con el nombre de Luis XIX.

¡Esos pocos minutos lo convirtieron en el Rey de Francia que tuvo el reinado más breve!

Su sucesor tampoco pudo aprovechar demasiado su puesto, ya que el 9 de agosto de 1830, Luis Felipe de Orleans fue proclamado rey de los franceses. Ni Luis Antonio ni Enrique tuvieron siquiera el tiempo necesario para ser proclamados.

Luis XIX reinó durante veinte minutos, pero su sucesor fue conocido con el nombre de Enrique V sólo durante cinco días.

En la larga historia de la monarquía francesa, compartió ese destino con Juan I, llamado “El Póstumo”, que en 1316 sólo sobrevivió cinco días a su nacimiento. Aunque el niño no llegó a ser coronado, lo enterraron en la basílica de Saint-Denis, como a la mayoría de los reyes de Francia.

El rey curagüilla

El rey de Francia Luis XVIII (1755-1824) aparte de ser un monarca impopular era reconocidamente alcohólico. Se hacía servir todos los días siete litros de vino. Y no precisamente de 12 grados, que es el que toma la gran mayoría de nosotros, sino uno mucho más fuerte. Por lo menos de 14°. Estos siete litros son más de diez botellas nuestras, lo que aun para el más borracho de los borrachos es una dosis bastante exagerada.

Pero, también es cierto que comía mucho.