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La época dorada de las revistas a inicios del siglo XX en Magallanes

Domingo 18 de Febrero del 2024

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  • Se trata de una colección, compuesta por 35 títulos y 146 ejemplares, que ofrece un amplio espectro de temáticas que revelan las diversas dimensiones de la vida y las dinámicas sociales en la región durante la primera mitad del siglo pasado. Además, evidencia el notable desarrollo cultural de la sociedad magallánica, enfrentando el desafío del aislamiento geográfico.

 

Cristián Morales C.
Periodista y Magíster en Cs. Sociales

 

La primera imprenta de Punta Arenas entró en funcionamiento el 25 de noviembre de 1893. Desde entonces, el desarrollo de la industria editorial en el territorio fue vertiginoso: durante el primer cuarto del siglo XX llegaron a existir 14 imprentas y, en un solo decenio, se publicaron más de 150 revistas.

Entre los factores que explican este auge, deben considerarse el temprano y sostenido avance de la educación primaria y secundaria en Magallanes; la altísima tasa de alfabetismo de su población (que en 1906 duplicaba el porcentaje nacional); la presencia de colonias extranjeras deseosas de mantenerse cohesionadas y preservar sus raíces; y, paradójicamente, el aislamiento geográfico, que parece haber alimentado una sensación de singularidad cultural que las revistas vinieron a encauzar.

Esta investigación denominada “Magallanes a través de sus revistas: panorama de una colección (1916-1961)” fue desarrollada en el proyecto Bajo La Lupa, iniciativa liderada por la Subdirección de Investigación del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural.

Esta investigación permitió analizar un total de 35 títulos y 146 ejemplares.  Cada una de ellas posee características únicas en términos de forma, tamaño, temática, intención, autores y aspiraciones. La digitalización de las revistas y el artículo completo está disponible en: www.investigacion.patrimoniocultural.gob.cl.

La preservación de esta invaluable colección se debe al esfuerzo de Esteban Spiridion Scarpa Covacevic y su hijo Roque Esteban Scarpa. La colección, donada en 1983 al Museo Regional de Magallanes, marcó un hito en 2022 al ser digitalizada y puesta en línea, permitiendo así el acceso a más de mil páginas de este tesoro cultural.

Estas publicaciones cumplen un papel crucial en la promoción, visibilización y difusión cultural en Magallanes. Actúan como plataformas para diversas voces de la comunidad local, enriqueciendo el diálogo y la construcción de conocimiento. Desde una perspectiva más amplia, las revistas ofrecen una vía privilegiada para entender la identidad, desafíos y aspiraciones de la sociedad magallánica.

Contexto de las
publicaciones

La Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, originalmente destinada como lugar de destierro, experimentó un cambio significativo en 1853 al ser designada como una “zona de colonización” mediante un decreto del Presidente Manuel Montt. Este movimiento tenía como objetivo consolidar la soberanía chilena en el extremo austral y prevenir ocupaciones extranjeras.

Con el propósito de atraer colonos, se otorgó la categoría de puerto libre a Punta Arenas en 1867, impulsando el comercio marítimo y reduciendo el aislamiento territorial. A pesar de la prosperidad económica, Magallanes continuaba siendo ignorada por la capital y tenía una participación limitada en la política nacional.

De esta forma, la inmigración europea desempeñó un papel crucial en el desarrollo económico y social de la región. Sin embargo, entre 1921 y 1931, una crisis económica impactó a Magallanes debido a la disminución de la demanda europea y la apertura del canal de Panamá, afectando la navegación en el estrecho de Magallanes.

En este contexto, la prensa emergió como un vínculo poderoso y catalizador de transformaciones sociales. La primera imprenta en Punta Arenas comenzó a operar el 25 de noviembre de 1893. Ante la falta de reconocimiento nacional, el gobernador Manuel Señoret decidió editar el primer periódico en diciembre de ese mismo año. Esta iniciativa se convirtió en un enlace esencial entre el extremo sur y el resto del país, marcando el inicio de un rápido desarrollo de la imprenta en la región.

A pesar de la crisis económica entre 1921 y 1931, se publicaron 153 revistas, reflejando la vitalidad cultural de la sociedad magallánica. La proliferación de imprentas dinamizó la región y difundió ideas, dando origen a una diversidad de expresiones culturales y políticas.

El desarrollo temprano de la educación primaria y secundaria en Magallanes, junto con una alta tasa de alfabetización, en combinación con el aislamiento geográfico, contribuyó a la formación de una identidad cultural única. Las revistas desempeñaron un papel fundamental en la construcción de esta identidad al proporcionar un espacio para la expresión y el reconocimiento de la comunidad magallánica.

Con su periodicidad extendida, las revistas satisfacieron la necesidad de medios de comunicación que actuaban como fuentes de opinión y plataformas de expresión para los diversos grupos en la sociedad magallánica. Contribuyeron al proceso de construcción de la identidad magallánica al ofrecer una variedad de ideas, perspectivas y estilos de vida, fortaleciendo el sentido de pertenencia y autoidentificación de la comunidad.

Revista política

Agrupadas por temáticas es posible encontrar revistas de tipo político. Un ejemplo es la Revista Biográfica, con apenas dos números publicados en 1923. Se trata de la única revista totalmente gratuita y sin publicidad que registra la colección. Su existencia parece haber perseguido un solo objetivo: evitar un nuevo mandato del gobernador Vicente Fernández Rocuant, del Partido Demócrata. Tanto las ilustraciones de las portadas como los artículos en las páginas interiores están íntegramente dedicados a ridiculizar al personero oriundo de Colchagua, a quien describe como un apóstol predestinado y fatal. En algunas partes se lee: “Sus prendas físicas y morales lo atestiguan: chico de cuerpo, torcido de miembros, de aceitunado color, de negros inquietos y avergonzados ojos, de cerdosos bigotes, revela en su rostro la conformación característica de los pueblos mongoloides. (…) Con la solemnidad aparatosa de los mediocres afortunados aspira a ocupar puestos más altos o, por lo menos, a mantener el que hoy detenta. Empero, no allega en su intento ninguna cualidad que lo haga digno: la intriga, la promoción de divisiones, la repartición de prebendas y canongias (sic) hacen imposible su permanencia en el cargo que pretende”.

El Pibe, para niños
de 5 a 95 años

Por otro lado, encontramos revistas como El Pibe. Se trata de una publicación infantil, social y de actualidades que hizo su primera aparición el 22 de septiembre de 1923 y alcanzó a editar cinco números. Dirigida por Celia Collado, la publicación afirmaba estar destinada a “niños de 5 a 95 años”. Sus páginas incluyen concursos de literatura, cuentos, dibujos y fotografías, así como secciones de humor y columnas que abordan las dificultades que enfrentan los estudiantes durante el invierno para asistir a sus escuelas. El Museo Regional conserva el número inaugural de la revista.

El Scout

Ese mismo año 1923 se lanzó El Scout, órgano oficial de la Brigada de Scouts de Punta Arenas que llegaría a publicar siete números a lo largo de más de dos décadas. La revista se centraba en el Movimiento Scout y contaba con variadas colaboraciones de miembros de la organización, incluyendo columnas de distintas regiones del mundo y fotografías de campamentos. Los dos últimos números se encuentran disponibles en el Museo Regional.