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Adopciones forzadas en Chile

Por La Prensa Austral Martes 20 de Febrero del 2024

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En el período comprendido entre 1973 y 1989 en Chile, se llevaron a cabo numerosos casos de adopciones forzadas, una práctica dolorosa que dejó huellas imborrables en la vida de muchas familias. Es imperativo reconocer la verdad de este oscuro episodio de la historia chilena y valorar el importante trabajo de organizaciones como la Fundación Connecting Roots, que han desempeñado un papel crucial en la búsqueda de justicia y verdad.

Madres fueron separadas de sus hijos en circunstancias traumáticas y en muchos de estos casos se les informó que éstos estaban muertos. Otras mujeres sufrieron tortura mientras estaban embarazadas y, al momento de dar a luz, sus bebés les fueron arrebatados.

El domingo recién pasado, el país fue testigo del reencuentro de siete personas procedentes de Estados Unidos, luego de que hace más de 30 años fueran secuestradas y vendidas ilegalmente. Hoy, gracias a la labor de Connecting Roots, han podido conocer personalmente a sus padres, hermanos y familiares chilenos.

Una mujer que vive en Magallanes desde 1981 también tuvo la alegría del reencuentro con su hijo, ciudadano norteamericano. Ella fue una de las víctimas de este engaño durante dictadura.

Las adopciones forzadas han dejado cicatrices profundas en las vidas de las personas afectadas. Es fundamental no sólo reconocer el sufrimiento pasado, sino también ofrecer apoyo integral para la sanación de las víctimas. Acciones como terapia psicológica, asesoramiento legal y programas de reunificación familiar son esenciales para abordar el trauma persistente.

La verdad y la justicia buscan resolver el pasado, pero también garantizar que episodios como las adopciones forzadas no se repitan en el futuro. Esto implica fortalecer las instituciones y legislaciones para proteger los derechos humanos, garantizando que la adopción sea un proceso ético y voluntario, basado en el interés superior del niño.

La educación y la sensibilización son herramientas poderosas para evitar la repetición de prácticas injustas. La inclusión de este capítulo oscuro en los libros de historia y la promoción de la empatía en la sociedad son esenciales para construir un futuro en el que los derechos humanos sean respetados y protegidos.

No está demás instar a todas las personas que tengan antecedentes sobre este tipo de casos que los entreguen. Todos tenemos la responsabilidad de construir una sociedad basada en la verdad, la justicia y el respeto a los derechos humanos.