La labor de Senda en Magallanes

En Magallanes, la batalla contra el alcoholismo y la drogadicción demanda un esfuerzo colectivo y recursos especializados. La labor del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) emerge como un pilar esencial en este esfuerzo. 

La ingesta excesiva de alcohol y el uso de estupefacientes y sustancias psicotrópicas constituyen desafíos serios en Magallanes, afectando no sólo a los individuos directamente involucrados, sino también a sus familias y comunidades. Este problema demanda intervenciones específicas y estrategias que aborden las raíces de la adicción y brinden caminos viables hacia la rehabilitación.

Frente a la propuesta edilicia de contar con un centro de rehabilitación en nuestra zona, Senda explicitó todo lo realizado durante el año 2023. Los diferentes programas de tratamiento permitieron atender a unas 500 personas, entre ellas muchos jóvenes. La entidad tiene diez centros en Magallanes, tres de los cuales están dedicados a adolescentes y jóvenes adictos.

Cada individuo que accede a tratamiento representa una historia de esperanza y la posibilidad de una transformación positiva. La atención personalizada y especializada que brindan los profesionales de la entidad es un componente vital en la recuperación de estas personas.

La labor de Senda no sólo se limita a la atención de personas afectadas, sino que también juega un rol crucial en la prevención y concientización. A través de campañas educativas y programas de sensibilización, contribuye a crear una conciencia colectiva sobre los riesgos asociados con el consumo de drogas y alcohol, formando así una barrera preventiva.

Sin negar los logros de Senda, los desafíos en la rehabilitación persisten. El estigma asociado a la adicción, la falta de recursos y la necesidad de una red de apoyo sólida son aspectos cruciales que requieren una atención continua. Es imperativo que la sociedad magallánica trabaje en conjunto para eliminar barreras y crear entornos más propicios para la rehabilitación.

La educación temprana sobre los riesgos del consumo de drogas y alcohol es esencial para evitar que más personas caigan en la adicción. Invertir en programas preventivos en escuelas y comunidades es una estrategia a largo plazo para construir una sociedad más saludable.