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Jorge González González e importancia del Parque Marino Islas Diego Ramírez y Paso Drake

“La creación y el desafío de gestión de este parque marino es una de las acciones más importantes que Chile ha ejercido en el extremo austral”

Domingo 3 de Marzo del 2024

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  • -El biólogo marino explica los alcances de la consultoría de gestión del Plan General de Administración de esta área marina protegida.

“La creación y el desafío de gestión del parque marino es una de las acciones administrativas e institucionales más importantes que Chile ha ejercido en el extremo austral, que es parte de nuestra Región de Magallanes”.  

Así lo destacó Jorge González González, quien asumió este año la consultoría de gestión del Plan General de Administración del Parque Marino Islas Diego Ramírez y Paso Drake (PMIDR-PD).

Se trata de una de las tres áreas marinas de gran extensión que tiene nuestro país y que, en este caso, permite conservar más de 140 mil kilómetros cuadrados de ecosistemas marinos.

El Parque Marino Isla Diego Ramírez y Paso Drake se creó por Decreto Supremo N°911 publicado el 21 de enero de 2019 acogiendo la propuesta que la región elaboró en una alianza colaborativa de investigadores del Centro Internacional Cabo de Hornos (Chic), Fundación Omora, Universidad de Magallanes y el Instituto de Ecología y Biodiversidad (Ieb).  

El hombre detrás de la consultoría

Jorge González González es Biólogo Marino de profesión y posee un Doctorado en Ciencias Ambientales. Tiene más de 20 años de experiencia en investigación y conservación de ecosistemas acuáticos y, últimamente, se ha dedicado directamente a la planificación y gestión de áreas protegidas. 

Es magallánico y, desde niño ha tenido una relación muy cercana con las áreas protegidas. “De hecho -acotó-, crecí al interior de una: el Parque Nacional Torres del Paine, donde mi padre se desempeñó como guardaparques por 30 años”.

González asumió esta consultoría y los desafíos que tiene en el entendido que, como sociedad, tenemos una deuda con algunas áreas protegidas que han sido creadas, pero que hasta hoy no tienen administración.

“Entiendo la importancia que tiene para la conservación de nuestra biodiversidad el que estas dejen de ser “áreas protegidas de papel”, por lo que siento un compromiso real con esta tarea y espero ser un aporte significativo a la gestión efectiva de este parque marino tan importante para la región y el país”.

La importancia del parque marino
– ¿Cuál es la importancia de este parque marino?

– “Tiene una importancia estratégica para el país por varias razones. Primero, es una de las tres áreas marinas de gran extensión que tiene el país y permite conservar más de 140 mil kilómetros cuadrados de ecosistemas marinos. A su vez, es el parque marino más austral de Chile, que se extiende hasta antes del límite del tratado Antártico, permite conservar los ecosistemas dependientes y asociados a los ecosistemas antárticos, y visibiliza una zona como el mar de Drake que antes era ignorada. La creación y el desafío de gestión del parque marino es una de las acciones administrativas e institucionales más importantes que Chile ha ejercido en el extremo austral, que es parte de nuestra región de Magallanes”.

– ¿Cuán relevante es este parque desde el punto de vista ecológico?

– “El parque busca proteger una de las últimas regiones prístinas o con menor impacto antrópico que quedan en el planeta. Su estado de conservación se debe al aislamiento geográfico y aguas especialmente peligrosas para la navegación. Las islas Diego Ramírez son un lujo para la conservación mundial, no tienen presencia de especies exóticas que amenacen la nidificación de especies maravillosas como los albatros de ceja negra y cabeza gris, y los pingüinos macarroni y de penacho amarillo. 

“Tal como ha reportado el Centro Chic, en esta área se pudo describir una nueva especie, el rayadito subantártico, un ave endémica, es decir, que sólo se puede encontrar en esa área. 

“Por otro lado, tenemos ecosistemas claves como los montes submarinos, donde la convergencia de distintas corrientes marinas genera una zona de alta productividad, rica en alimento para peces, aves y mamíferos marinos, además, convierten a la zona en un importante sumidero de carbono atmosférico, que ayuda a reducir el dióxido de carbono que está calentando a nuestro planeta. Finalmente, este parque marino se encuentra en una zona de transición entre el continente y la Antártica, lo que le atribuye gran relevancia desde el punto de vista climático, ecológico y geopolítico. Tal como han descrito desde el Centro Chic, Chile tiene una continuidad biogeográfica, administrativa y geopolítica entre la zona subantártica y la Antártica, lo que le atribuye a este parque un rol de importancia regional, nacional e internacional en la conservación marina y el monitoreo del cambio climático”.

Objetos de conservación

Al interior del PM Islas Diego Ramírez y Paso Drake se han individualizado objetos o elementos en los que se pretenden enfocar las acciones de conservación.

“Al interior de este parque, estos objetos son: todo el ecosistema y la biodiversidad marina del archipiélago Islas Diego Ramírez. Además, el talud continental y los montes submarinos vecinos (ej. monte Sars). Al interior de este inmenso ecosistema oceánico se destacan las zonas cubiertas por bosques de macroalgas, como el huiro, el cochayuyo y otras algas; las zonas de alimentación y nidificación de aves marinas como: el albatros de ceja negra, el albatros de cabeza gris, el pingüino de penacho amarillo y el pingüino macaroni; y las zonas de alimentación de mamíferos marinos tales como: ballenas, delfines y lobos marinos”, explicó.

Producción versus conservación

– ¿Qué actividades productivas se desarrollan en esta área geográfica y cómo interactúan con el parque marino?

– “Directamente asociadas a esta área de alta productividad y biodiversidad marinas, se han desarrollado importantes actividades económicas algunas de las cuales interactúan directamente con el parque marino. Una de estas actividades es el turismo, principalmente cruceros de pasajeros tanto de operadores nacionales como internacionales, cuyas rutas recorren la región austral y pasan por el parque en track de navegación a la Antártica. Otra actividad importante en la región es la pesca industrial, principalmente de bacalao de profundidad y la merluza de tres aletas, especies asociadas a las zonas de influencia oceánica al norte del parque. En esta actividad, el objetivo del parque sería disminuir la interacción negativa con mamíferos y aves marinos, un desafío público y
privado que debe permitirnos posicionar la sostenibilidad de
las actividades económicas en la Reserva de Biosfera Cabo de Hornos. Además, estas actividades sumadas al libre tránsito de embarcaciones hacia territorio antártico, prestadores de servicios logísticos, embarcaciones de investigación científica o en tareas de fiscalización y seguridad marítima, generan un importante tráfico marítimo que puede generar amenazas a los diversos objetos de conservación del parque, asociadas, por ejemplo, a la contaminación por accidentes con derrame de combustible, o vertimientos de aguas de sentina y de lastre de los barcos en el área, esto último, con un gran potencial de transporte de especies exóticas invasoras al área”. 

– ¿Cómo se logra conciliar el objetivo de conservación con los intereses de las actividades productivas?

– “Uno de los desafíos que tiene este parque es integrarse a la Reserva de Biosfera Cabo de Hornos y ser parte de este modelo de conservación de Unesco que integra la educación, la investigación y el bienestar de las comunidades. Bajo este concepto, toda actividad al interior o en las cercanías de un área protegida, debería mejorar sus estándares ambientales evitando posibles impactos al ecosistema, en este caso en temas como: prácticas pesqueras, el manejo de residuos, la interacción con la fauna marina, entre otras. Es parte de los objetivos de la planificación y la gestión del parque marino identificar tanto las prácticas que podrían generar impactos, así como las zonas con mayor presión de uso por parte de estas actividades, las zonas más sensibles y vulnerables y en base a toda esta información, establecer regulaciones que permitan prevenir y mitigar los impactos sobre la biodiversidad que se busca proteger dentro del parque. La conservación y la emergencia climática global están impulsando las buenas prácticas en las actividades económicas, los servicios y tecnologías asociadas, por lo tanto, es una oportunidad para la innovación y el posicionamiento de un destino y un territorio con altos estándares socioambientales, tal como lo ha hecho Costa Rica o Galápagos.  

Consultoría para el Plan General de Administración

– Usted asumió como consultor de un proyecto que busca apoyar la gestión efectiva de este parque marino ¿En qué consiste su rol?

– “El rol de este proyecto y esta consultoría es apoyar a las instituciones administradoras de este parque para avanzar en la implementación de su plan de administración (PGA) y lograr la gestión efectiva del área. Esto implica un trabajo muy cercano con los servicios públicos involucrados, sobre todo en la coordinación intersectorial que permita lograr actividades conjuntas y a su vez, involucrar a las comunidades y usuarios del parque o áreas aledañas. Además, este proyecto busca apoyar con información científica y técnica en la fase final de elaboración del PGA, en hacer visible esta área protegida poco conocida por la comunidad magallánica y generar todo tipo de actividades participativas y colaborativas con los actores claves, públicos y privados, que serán parte de la gobernanza de la misma en un futuro cercano”.

  ¿En qué estado está este proyecto y qué entidad/es lo desarrollaron?

– “Este proyecto está siendo ejecutado por la Fundación Omora y el Centro Chic, y cuenta con el financiamiento de Blue Nature Alliance, una de las más grandes iniciativas de conservación oceánica a nivel global, y el apoyo del Programa Patagonia Chilena de Pew. 

“La iniciativa partió el año recién pasado y finaliza el 2025, por lo que se encuentra en su etapa inicial de ejecución. En la primera etapa hemos trabajado de la mano con los servicios públicos involucrados en la gestión del parque y hemos difundido la iniciativa en instancias a nivel nacional como regional, como Sernapesca, Subpesca, Ministerio de Medio Ambiente, Conadi, Municipalidad de Cabo de Hornos y gobierno regional). Por otro lado, este proyecto cuenta con un sólido y multidisciplinario equipo de ejecución por lo que esperamos ser un apoyo significativo a la gestión de este parque marino”.

Integración a la Reserva de la BiOsfera Cabo de Hornos

La rezonificación y ampliación de la Reserva de la Biosfera Cabo de Hornos (RBCH), incorporando las áreas protegidas como zona núcleos, es la oportunidad que permitiría  incorporar al nuevo Parque Marino Islas Diego Ramírez y Paso Drake, logrando de este modo la consolidación de una de las áreas más importantes en Chile y el mundo para la conservación con una visión que integra las actividades económicas como la pesca, el turismo, el transporte marítimo  y otras iniciativas que sean compatibles con los objetivos sostenibles del área.

“Los turistas que llegan a Chile vienen por nuestra diversidad biológica y cultural, los productos agroalimentarios que exporta el país cada día tendrán mayores exigencias ambientales, basta ver las presiones de los productores de Europa. La conservación debe ser vista como una oportunidad, una alternativa, para la economía y el bienestar de las comunidades de nuestra región”, resaltó González.

En el extremo sur del continente americano

Esta área marina se ubica en el extremo sur del continente americano, específicamente en el archipiélago Diego Ramírez y el Paso Drake. Pertenece a la comuna de Cabo de Hornos, en la Provincia Antártica y la Región de Magallanes y Antártica Chilena, y posee una superficie aproximada de 144.390,6 km², equivalente al estado de Nueva York, a la cual sólo se puede acceder navegando. Su gran tamaño e inaccesibilidad implican un gran desafío para las entidades encargadas de su gestión. Este parque, así como todos los parques y reservas marinas del país, está bajo la tuición del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), con la supervigilancia del Ministerio del Medio Ambiente (MMA). En un futuro cercano todas las áreas protegidas del país serán administradas por el recién creado Servicio de Biodiversidad y Areas Protegidas (Sbap), organismo descentralizado, bajo el amparo del MMA.

42% del maritorio chileno bajo alguna figura de protección

Nuestra región cuenta con dos parques marinos, el PM Francisco Coloane y el PM Islas Diego Ramírez y Paso Drake. Además, posee dos áreas marinas costeras protegidas de múltiples usos, Seno Almirantazgo y Francisco Coloane, ambas bajo la gestión del MMA. 

A su vez, cuenta con una vasta superficie marina protegida que forma parte de parques y reservas nacionales, bajo la administración de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), entre las que destacan los fiordos y canales del PN De Agostini y la RN Kawésqar, esta última con un área de protección 100% marina. “La principal importancia radica en que estas áreas marinas protegidas han ayudado a que Chile y la región se posicione como uno de los líderes mundiales en la conservación marina, con alrededor de un 42% de su maritorio bajo alguna figura de protección, el quinto país luego de EE UU, Australia, Nueva Caledonia y Nueva Zelanda”, apuntó González.

Agregó que las áreas protegidas marinas son fundamentales para el turismo, para la conservación de especias emblemáticas como las ballenas y también para resguardar la diversidad de recursos asociados a la pesca artesanal como centolla, centollón, erizo o bosques de algas.