Magallanes recibe a la congregación de las Hermanas Siervas del Divino Espíritu
Cientos de fieles dieron la bienvenida a la congregación de las Hermanas Siervas del Divino Espíritu, orden que se instaló en la región para desarrollar su trabajo pastoral en la Diócesis de Punta Arenas.
Son cuatro religiosas que arribaron a Magallanes: la hermana Mayra Calderón, la hermana Lady Tatiana y la hermana Liliana Llanos (ecuatorianas), y desde Perú lo hará la hermana Lila Marlon para iniciar su misión pastoral.
La bienvenida se realizó este domingo, al mediodía, con una misa oficiada por el obispo Oscar Blanco Martínez, donde se firmó el decreto que las acoge y donde las hermanas recibieron el Cristo de San Damián por parte de la comunidad de la Orden Franciscana Seglar. En la eucaristía, además, recibieron orientaciones pastorales.
La superiora general, María Consuelo Monsalve Sarrazola, destacó que “fue un momento muy emocionante y no pensé que sería tan solemne. Primero quiero agradecer a Dios por habernos traído hasta aquí, a este hermoso lugar. Estamos muy contentas y la gente es atenta y cariñosa”. Agradeció a monseñor Oscar Blanco por su apertura para traerlas a Magallanes, ya que fue el impulsor de esta iniciativa.
Se trata de una congregación religiosa nacida en mayo de 1983 en Colombia, bajo el impulso del Espíritu Santo, quien inspiró a monseñor Alfonso Uribe Jaramillo la fundación de esta obra, que desde un comienzo ha elegido la espiritualidad franciscana como modelo a seguir.
“Uno de los aspectos fuertes de nuestra misión es visitar las familias, visitar todos los hogares si es posible, para escuchar y orar, especialmente por las personas que tienen problemas, dificultades, soledad y pobreza, y donde nos guíe el Espíritu Santo”, subrayó la hermana superiora, precisando que la Orden ya estaba en Chile, en Calama, y ahora comienza su trabajo en Magallanes.
Por su parte, el obispo Blanco valoró la presencia de las hermanas de esta congregación religiosa, que estarán instaladas en el Santuario de San Sebastián, donde tendrán su residencia. “Les damos la bienvenida y nos comprometemos a orar por su misión”, finalizó el prelado.