Necrológicas

“La historia detrás del pueblo unido jamás será vencido”

Domingo 7 de Abril del 2024

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– Chile, 2024

– Dirección, investigación, guión y montaje: Martín Farías

Se presenta el próximo miércoles 10 de abril en el Cine Estrella en el marco de la muestra de documentales Miradoc

Esta es la historia de una composición musical que surgió en los bordes de la historia moderna de Chile, hace más de 50 años, cuando nadie presagiaba o dimensionaba que todo iba a cambiar y si algo se sabía el cálculo no decía cuánto.

Se trata del tema “El pueblo unido jamás será vencido”  creado por el grupo chileno Quilapayún, vocero oficial del movimiento social que apoyó al gobierno de Salvador Allende, y que con el paso del tiempo se convirtió en denuncia, también en protesta y por allí algo de nostalgia, pero quizás por ignorancia o porque Chile es solamente Chile, nadie imaginó que iba a romper fronteras y lo que hoy en la música puede ser simplemente un hit  mañana puede ser  una obra de arte.

El documental habla  del antes y el después de Chile, pero  no se limita a la anécdota política, sino a su trascendencia artística y cómo difuminar las fronteras de la prohibición y otras culturas que la hicieron suya y universal.

Eduardo Carrasco, integrante de Quilapayún, lee algo que puede ser una biografía, se equivoca, vuelve a leer, entonces cuenta cómo surgen los primeros acordes del tema, y cómo un error de cálculo en una interpretación de Brahms se corrige desde la cocina. Así nacen la mayoría de las obras de arte. Después el documental se fragmenta en imágenes de archivos de otro documento de propaganda que enseña a identificar y entender el peligro del comunismo, una variante absurda, sarcástica y juguetona que se ha hecho costumbre y que ya vimos en “Isla Alien” (2023), documental chileno sobre el misterio alienígena en un islote de Chiloé. Pero en ambos casos no es el azar, ni la falta de recursos, sino dejar en claro que el escenario mundial es la Guerra Fría.

“Himno” entonces aprieta el turbo a los pocos minutos de esta introducción y se reparte en los testimonios que van dando cuenta de la importancia y trascendencia de la obra que fue adquiriendo en el mundo, en su primera presentación, en los grupos europeos que la exportaron al mundo, en los compositores que la convirtieron en sinfonías, los grupos  punk,  tampoco puede faltar el estallido social y el movimiento feminista, porque quizás lo que no alcanzó a saber su compositor, Sergio Ortega, es que fue himno de una manifestación de mujeres en la Irán de los ayatolas.

“Himno” es una investigación exhaustiva y detallada, como todo buen documental, también algo militante, pero eso no le quita valor alguno, porque la historia de Chile es siempre particular y hay material de sobra desde 1970 en adelante y eso no ha parado.

 Pero la clave de “Himno” está en su inicio, cuando parte con fragmentos de imágenes documentales de una manifestación pro Unidad Popular y de un concierto de Quilapayún que se encuentran  sobreexpuestas, quizás por experimentación, tal vez arrogancia artística o algo más simple y humano como un error. Y la excusa es profunda, porque termina siendo una reflexión sobre el lenguaje de cine. Y en este aspecto, cuando las artes de la música, el cine y la historia están unidas, queda claro que si pasan la prueba del tiempo, jamás serán vencidas.