General Yáñez: “Quedé corto en decir que son lacras; estos infames se burlaron del país”
El general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, endureció sus palabras hacia los tres detenidos, hasta ahora, por el crimen del teniente Emmanuel Sánchez ocurrido anoche en Quinta Normal.
En medio del velorio, el general Yáñez expresó que “me quedé corto cuando hablé de lacras. Ustedes fueron testigos hoy día de que estos infames salieron del cuartel riéndose, burlándose de ustedes, de los medios de comunicación, pero en definitiva burlándose del país”.
Esto luego de que al mediodía de ayer los detenidos salieran del cuartel policial sonriendo a las cámaras, lo que fue tomado por todos como una forma desafiante de enfrentar el crimen el carabinero Sánchez.
“Llegaron a un país donde no les vamos a aceptar ese tipo de actitudes, nuestros carabineros están dispuestos a entregar su vida por de alguna manera sacarlos de nuestro país al que no se puede venir a cometer los delitos que ellos vienen a cometer”, remarcó.
Yáñez, enfatizó, que “este no es un país donde se viene a reír de la gente ni de sus autoridades”.
“Que sepan estos malditos infelices que los vamos a perseguir y los vamos a detener. Y los vamos a capturar y los vamos a entregar a la justicia para que paguen y estén donde tienen que estar”, cerró.
Ayer la justicia decidió extender la detención de los tres inculpados, todos de nacionalidad venezolana, a la espera de nuevas diligencias de la Fiscalía mientras intenta dar con el único sospechoso que se mantiene prófugo.
Uno de los involucrados, Yolvi González Arcaya, reconoció haber entrado a Chile por un paso clandestino y relató que ayer se había concertado con sus compañeros de crimen para delinquir: “Salimos a jalar (robar) teléfonos”.
Así, los tres hombres serán formalizados el domingo a las 10 horas para dar tiempo al Ministerio Público a continuar con la investigación que, además, aún tiene a una persona prófuga.
Los detenidos son Josué Ramírez, Wuilberth Olivares y Yolvi González, todos de nacionalidad venezolana, quienes serán formalizados por el delito de homicidio de funcionario policial en el
desempeño de sus funciones.
El teniente Sánchez, de la dotación de la Escuela de Especialidades, murió la noche del miércoles tras producirse un intercambio de disparos con un grupo de delincuentes, en el sector de Avenida San Pablo con calle Radal, hecho que también dejó a uno de los asaltantes fallecidos, Julio César González Vargas.
El uniformado estaba de franco e iba con su esposa e hijo en su vehículo particular.
El migrante de origen venezolano, muerto en balacera, tenía orden de expulsión desde 2020. Había ingresado a Chile el 16 de septiembre de 2020 a través de un paso no habilitado en la provincia de Tamarugal, de la Región de Tarapacá, en la zona limítrofe con Bolivia.
En paralelo, continúa la búsqueda del quinto implicado en el asesinato del teniente Sánchez.
Un amplio operativo policial se realizó ayer en Graneros, en la Región de O’Higgins, donde Carabineros ingresó a un departamento, ubicado en la población Covi Sur, usado presuntamente por uno de los sospechosos por el crimen.
Declaración del delincuente
“El día de ayer (miércoles), durante el transcurso de la tarde noche, mientras me encontraba en mi domicilio en la comuna de Pudahuel, recibo una llamada de un tipo que lo apodan como ‘El Gigante’, con la finalidad de salir a jalar (robar) teléfonos a la calle, entregándome una ubicación en una comuna que no recuerdo”, dijo González ayer, cerca de las 5 de la mañana, al fiscal Olivari, según reveló hoy Ex-Ante.
El imputado dijo que le pidió “a un amigo de nombre Daniel” que le hiciera “la carrera al lugar, momento (en) que al llegar me junto con ‘El Gigante’, junto con cinco personas más. Nos subimos a un vehículo marca Chevrolet, marca Onix, color blanco. Yo me subí en los asientos traseros del vehículo atrás del conductor”.
“Los dos sujetos que se encuentran conmigo en la comisaría también se subieron al vehículo antes señalado. Luego de lo anterior, salimos a jalar teléfonos nosotros en un auto y nos acompañaba un sujeto en motocicleta, el cual se dedicaba a jalar teléfonos y nosotros lo cubríamos”, continuó.
González señaló que “mientras nos encontrábamos en eso, nos detuvimos en un lugar junto con la motocicleta y, en esos instantes, llega otro auto de donde se bajó el conductor con una pistola en su mano y nos apuntó”.
Según el sospechoso, cuando empezó el tiroteo, huyó.
González aseveró que tras la balacera “nos fuimos a la comuna de Rancagua, a cambiarme de ropa, que me pasaron uno de los sujetos que se encontraban en el auto, y fuimos a buscar a la pareja de uno de los tipos”.
“Luego de esto, la ropa que estaba utilizando la tiré junto a uno indigentes en el lugar. Después de eso nos regresamos a Santiago, y mientras íbamos por la carretera, la policía nos paró con los carros policiales, bajándonos a todos del auto y trasladándonos a una comisaría”, concluyó.
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