Clasificación de especies y su impacto en la industria

Dentro de la constante actualización de los catálogos de especies del país, la semana pasada se publicó en el Diario Oficial la resolución del Ministerio del Medio Ambiente que oficializa la nueva clasificación según su estado de conservación.

Se trata de un trabajo que busca dar luces sobre plantas, algas, hongos y animales nativos, sobre la base de antecedentes científico-técnicos, y según su estado de conservación, en las categorías recomendadas para tales efectos por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) u otro organismo internacional que dicte pautas en estas materias. 

En Magallanes, llamó la atención que el caiquén (Chloephaga picta) fuera clasificado como especie vulnerable.

Se trata de una de las cuatro especies de gansos del género Chloephaga que habitan en Chile y que tiene a Magallanes como zona que concentra la mayor tasa de reproducción, especialmente en las provincias de Ultima Esperanza, Magallanes y Tierra del Fuego. 

De acuerdo a lo publicado en el Diario Oficial, la especie canquén común (Chloephaga poliocephala) se catalogó como casi amenazada.

La noticia no dejó de llamar la atención en el sector ganadero y también despertó cierta alerta en el ámbito productivo por los efectos que ello puede tener, principalmente, en el desarrollo de la industria del hidrógeno verde.

Uno de los esfuerzos que están realizando diversos proyectos es, precisamente, levantar información científica sobre las rutas migratorias de distintas especies del avifauna regional y la nueva clasificación podría ameritar nuevas mediciones para complementar los trabajos ya realizados o que están muy avanzados.

Ello, porque ni el caiquén (Chloephaga picta) ni el canquén común (Chloephaga poliocephala) habían sido categorizados bajo el Reglamento de Clasificación de Especies (RCE), por lo que los estudios ambientales no harían referencia a estas especies ni propondrían medidas de mitigación y compensación respecto al impacto que podrían tener. 

La instalación de parques eólicos preocupa a los ambientalistas y, en particular, a las entidades nacionales e internacionales que trabajan en la protección de las aves.

Ya hay estudios que proyectan en qué forma estos parques podrían afectar las rutas migratorias y las zonas de reproducción.

La nueva clasificación es un antecedente más a tener en cuenta a la hora de planificar el desarrollo de la industria del H2V en Magallanes.