Diálogo y democracia: caminos hacia un futuro justo
En la compleja estructura de la sociedad la voluntad política debe ser el primer paso para avanzar en la solución de problemas. Entendiendo que los recursos no cubren el total de las necesidades, priorizar con una visión amplia se vuelve esencial, ya que beneficiar a un sector puede implicar sacrificar a otro. Esta premisa se evidencia en la reciente experiencia con la mesa de la pesca artesanal en la que participaron todos los dirigentes del sector.
Después de múltiples e intensas reuniones, marcadas por un espíritu de generosidad y entendimiento mutuo, se logró consensuar criterios para la creación de programa para el fomento de la capacidad productiva y comercial de la pesca artesanal, financiado por Indespa y el gobierno regional. La primera fase permitió apoyar a un total de 666 pescadores artesanales, recolectores de orilla y buzos. Sin embargo, como era de esperar, quedaron postulantes fuera del beneficio, algunos por no contar con el registro de zarpes o no estar registrado en la región, y otros quedaron a la espera del segundo concurso, con bastante más recursos y, por tanto, cantidad de beneficiarios, debido a que podrán participar también los armadores, quienes decidieron no participar del primer concurso para que los recursos llegaran a quienes más apremio tenían. Estos criterios, acordados por todos los participantes, ejemplifican la importancia del diálogo y la democracia en la resolución de problemas.
Es crucial reconocer la colaboración del gobernador Jorge Flies y, por cierto, de los consejeros regionales, quienes no solo respaldaron este esfuerzo, sino que también manifestaron su compromiso con la investigación sobre el estado de los recursos en la región para fortalecer y preservar esta importante actividad económica en nuestra región.
Un enfoque colaborativo que busca unir a la sociedad en la búsqueda de soluciones comunes es un sello del liderazgo del gobierno del Presidente Gabriel Boric. La verdadera democracia implica la participación activa de todos los sectores y la transparencia en las decisiones. Por lo tanto, es vital mantener espacios abiertos para el diálogo y la resolución de conflictos, aunque sea el camino más largo y el más criticado. Solo a través de un compromiso colectivo y un entendimiento mutuo podemos construir una sociedad más cohesionada y justa.
Por eso, nuestro enfoque no busca profundizar ni reafirmar el lucro como el motor de todos los ámbitos de la existencia, sino aumentar el sentido y significado de lo público, lo colectivo y lo comunitario. Lo que nos pertenece a todos. Para reducir las brechas de desigualdad e injusticia que aún persisten en el siglo XXI. El futuro no puede ser calco ni copia del pasado, sino que es un proceso en constante construcción. Pero eso jamás implica ignorarlo, no se puede construir futuro ignorando la historia. En este desafío de un mejor porvenir no se trata de una cuestión generacional, sino de cómo construimos una fuerza que requiere una acumulación constante de esfuerzos y avances.
En esta senda, mantenemos nuestro compromiso con la búsqueda de soluciones participativas y equitativas, para un futuro más justo y democrático. Reconociendo el valor que tiene la política en la democracia, como la forma en que ha encontrado la sociedad a lo largo de la historia en resolver sus conflictos. Esa capacidad de ponerse de acuerdo entre quienes no siempre piensan igual.