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 – Alejandra Marzi Aravena

Dueña de la casa entrega su versión sobre inmueble reclamado por vecina de Archipiélago de Chiloé

Viernes 24 de Mayo del 2024

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Durante la semana pasada se viralizó en medios regionales e incluso nacionales el caso de Rosa Sepúlveda, una mujer de 41 años que se identifica como analfabeta y que acusaba haber sido estafada para hacerse del domicilio donde ha habitado por 17 años. El caso ha sido divulgado tanto en medios, como en numerosas publicaciones tipo “funa” en redes sociales. Sin embargo, la contraparte, quienes son dueños de la casa dan su versión sobre esta historia, que ha causado daños psicológicos a causa de esto, asegurando que toda la documentación es legal y que la historia que cuenta Rosa es simplemente falsa.

El caso ya fue judicializado el año 2019, cuando los dueños de la casa, Daniela y Manuel Uribe Haro, fueron demandados por Rosa Sepúlveda, luego de que ellos heredaran la casa que había sido previamente comprada por su madre. Luego de esta venta, Rosa siguió viviendo en el inmueble a modo de arriendo, aunque aseguran que nunca pagó mensualidad. Sin embargo la madre nunca quiso iniciar acciones en contra de Rosa.

En aquel 2019, Daniela y Manuel pidieron la entrega de la casa a propósito del fallecimiento de su madre. Frente a esto Rosa emprende la primera acción legal para anular el contrato de compraventa, para el que se tuvieron que hacer papeles ante una notaría, Bienes Raíces, municipalidad, entre otros. La causa tuvo 5 años y se ganó por parte de los hermanos Uribe Haro tanto en el Juzgado, como en la Corte de Apelaciones y ante la Corte Suprema.

“Ellos heredaron la casa, la señora trató de anular este contrato que se había celebrado con la madre de mis representados. Los tribunales de justicia dijeron que no. No hay absolutamente nada que esconder al respecto”, sostuvo la abogada de los hermanos Uribe Haro, Mónica Aguilar Matus. “Ella nunca ha celebrado ningún contrato con Daniela ni con Manuel, y en segundo lugar frente a los argumentos que vertió los tribunales dijeron que no”.

Según comenta Daniela, la casa fue comprada por su madre el 8 de junio de 2015, cuando Rosa buscaba adquirir un derecho a patente de alcoholes y llave para un local nocturno que ella administraba, “La Rancherita”. “Al mes siguiente de esto ella muestra cómo adquiere la patente”, sostiene Daniela en base a publicaciones de Facebook de Rosa Sepúlveda.

“Ella ha hablado de devolución de impuestos, en otras de un bono del gobierno. Y en la demanda que hizo para la nulidad del contrato su declaración es que ella recibió ese dinero, un préstamo. Tiene diferentes versiones de la historia. Y jamás ha trabajado con mi familia”, señaló Daniela.

Para Daniela todo el revuelo de este caso le ha causado diversos episodios dañinos a nivel psicológico, desde amedrentamientos a amenazas directas tanto a ella como a su familia, como también intervenciones en su lugar de trabajo e insultos diversos, lo que ha llevado a iniciar otras causas en Fiscalía y denuncias ante la Policía de Investigaciones por amenazas de muerte. Además, parte del daño psicológico apunta a la causa de muerte de su madre, que fue por suicidio, lo que ha revivido dolorosas heridas.

Actualmente la orden de
desalojo se encuentra en trámite de una excepción dilatoria presentada por la abogada de Rosa Sepúlveda, Paola González, esperando la resolución del Juzgado frente a la fecha concreta.