Necrológicas

“Observados”: La película inspirada en una novela irlandesa

Domingo 9 de Junio del 2024

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Guillermo Muñoz Mieres,
periodista

Estados Unidos, 2024

Escrita y dirigida por Ishana Night Shyamalan

Protagonistas: Dakota Fanning, Georgina Campbell, Olwen  Fouére, Oliver Finnegan

En salas de cine de Punta Arenas y Natales

Esta es la primera película de Ishana Night Shyamalan, apellido que con solo pronunciarse es de palabras mayores y forma parte del linaje del cine, porque alude a M. Night Shyamalan un realizador de origen hindú-norteamericano que dejó su huella en el siglo XXI cuando hizo que personas muertas le hablaran a un niño en “Sexto Sentido” (1999), representó sin mostrar demasiado una invasión alienígena en “Señales” (2002) y a Bruce Wilis lo hizo un duro de matar para explicar el origen de un superhéroe en “El Protegido” (2000).

Ahora es el turno de su hija, escribir y dirigir esta  adaptación de una novela irlandesa que lleva el título de  “Observadores” pero que decide cambiarlo a  “Observados” porque el punto de vista es el de la raza humana y de una joven llamada Mina que vive con el trauma de la muerte de su madre hace 15 años y se pierde en un bosque mientras traslada a un loro que lo único que repite es “Intenta no morir”. 

Entonces el  único refugio antes de que llegue la noche se lo ofrecerá una mujer mayor de pelo canoso que vive encerrada en un refugio con otras dos personas y que cada día deben posar  frente a un espejo para ser observados por seres misteriosos que forman parte del bosque.

“Observados” es una obra donde es imposible no ver la influencia del padre de la realizadora con sus mundos misteriosos, problemas existenciales y vueltas de tuerca en el último minuto, así como también en la modestia de recursos a la hora de filmar, donde importan los : xrostros, algo de acción y los efectos especiales son justos y precisos para describir lo fantástico.

Sin embargo, si su intención era hacer una película de terror, falla en este objetivo, porque a medida que avanza menos asusta con un  guión que se apresura más de la cuenta y lo que podría ser resuelto con ingenio apenas se logra porque pareciera que la película quiere aparentar seriedad y, en este
intento, pierde el eje y, lo peor de todo, identidad  porque se avergüenza de un género que ya tiene varias cicatrices en el cuerpo y que no tiene que rendirle cuentas a nadie.

De todos esos momentos, uno es el mejor, ellos esperando y viendo lo que se viene con una vieja cámara de video que registra lo que se mueve allá afuera y entonces unas piernas desnudas anuncian que algo monstruoso y tramposo quizás golpea la puerta.

Pero no es más que eso y luego la película sigue avanzando, cambia de escenarios, los personajes se descubren cada vez más, pero la historia no atrapa y lo peor de todo se siente que algo en el relato no cuaja.

Al final lo que queda es que se trata de una película que lleva el apellido de Night Shyamalan, la leve esperanza que en el futuro se viene algo mejor y un pequeño loro medio anaranjado que parece tener la película más que clara porque lo único que repite es “Intenta no morir”.