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Ni son todos los que están ni están todos los que son

Por Emilio Boccazzi Campos Lunes 10 de Junio del 2024

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Siempre me quedó grabada una frase que pronunció un profesor hace muchos años en una clase, donde señaló una frase que al parecer existía en un Hospital Psiquiátrico, manicomio o Casa de Orates, donde rezaba la frase del titular de esta columna: “Ni son todos los que están ni están todos los que son”. No sé si esto es cierto, pero sí sé, que es un viejo refrán o frase que al parecer tiene varios siglos y podría aplicar en cierta manera a los últimos acontecimientos que hemos visto o han estado ocurriendo en Chile en los últimos días.

Creo que esta frase fuerte y profunda pudiera aplicarse a lo que acontece, en los recintos carcelarios o penitenciarios de Chile y el mundo. Pero como nuestro modesto análisis siempre busca focalizarse en nuestra región y como mucho en nuestro país, lo señalo como foco de reflexión y análisis para los hechos de público conocimiento que han acontecido en nuestro país con la encarcelación (prisión preventiva en léxico jurídico) del alcalde de Recoleta, Daniel Jadue. 

Claramente Jadue, creó un molino de viento con las farmacias populares, que vinieron a darle en el “cacho” al monopolio que significan las cadenas de farmacias y el mercado de los medicamentos en Chile. En algunos casos, los medicamentos en Chile son más caros que en Alemania o Estados Unidos, (que claramente tienen un ingreso percápita notablemente superior) lo que muestra en parte el abusivo mercado, con una primerísima necesidad de los seres humanos como es el cuidado de su salud. Con lo que digo no estoy exculpando de nada (porque no me corresponde y porque no tengo toda la información) al alcalde Jadue, sino que estoy diciendo que el hombre se metió en las “patas de los caballos” para decirlo en términos “chilensis” al crear la competencia, de tan claro monopolio y abuso como cometen con los precios de los medicamentos en Chile. Si “metió mano”, lo tendrá que acreditar la “justicia” (que la verdad es que ha andado harto “malena”, sino explíqueme lo de la jueza de Los Vilos o los juicios abreviados con narcos o el caso del ex fiscal de Natales, o la jueza (hija de un “Supremo” que hizo teletrabajo desde Italia durante más de un año o, para que seguir….faltaría columna). 

Ahora que el alcalde Jadue está con prisión preventiva, creo que la pregunta de la semana en Chile, ha sido ¿Y qué pasa con Hermosilla, el abogado de las grandes ligas,  que en los audios campante y rampante, confiesa delito y corruptela? Yo crecí escuchando que “a confesión de partes relevo de pruebas” ¿Eso ya no corre? ¿O el hombre es intocable? ¿O sabe “demasiado”? 

O ¿qué pasa con Polizzi?, ¿o con el gobernador de Biobío o Los Lagos? que dieron rienda suelta a la billetera fiscal con los convenios, ¿o con Catalina la colorina diputada?, o con su ex pareja, Daniel el Travieso? ¿o con los ejecutivos que se coludieron en plena pandemia con el oxígeno usado y necesario en los hospitales y clínicas de Chile? La lista de preguntas parece interminable. 

Pareciera que la mujer vendada del símbolo de la justicia, tiene la venda sólo cuando quiere o necesita. O la usa (la venda) sólo en función de a quien se trate. 

La cárcel definitiva o en calidad de condenados, pareciera es sólo para algunos o algunas y generalmente para quienes han cometido falta o delito y esencialmente no han tenido el grueso billete o la “llegada” para que sus investigaciones se desvíen o no lleguen a puerto. 

Siempre me recuerdo de las boletas ideológicamente falsas o boletas falsas lisa y llanamente, que financiaron “la alta política” lo que no tuvo a ninguno, ninguna o “ningune” dentro de algún recinto carcelario. 

La justicia para algunos o sólo en la medida de lo posible es un mal que afecta y ha afectado a Chile más que en muchos países del mundo. Nadie ha dicho que el mundo es el lugar más bucólico y un jardín de rosas, pero mientras la justicia toque sólo a los que se quiere, no estaremos en condición de ser un país desarrollado y que dé orgullo.