Colegios y elección de estudios universitarios
Alvaro González Sanzana
Rector The British School
Este lunes 29 de julio vence el plazo de inscripción para rendir la Prueba de Acceso a la Educación Superior (Paes) para la admisión universitaria centralizada, la cual permite el ingreso a 45 universidades, entre las que se encuentran las más prestigiosas de nuestro país. Y si bien no es la única vía de acceso universitaria, pues existe una cantidad interesante de cupos por admisión especial, tan diversos como los cupos Explora, para deportistas destacados, o para aquellos estudiantes que hayan aprobado los exámenes del Bachillerato Internacional, por ejemplo, lo cierto es que la Paes sigue siendo, con holgura, el sistema de acceso más masivo.
Diversos estudios realizados en Chile dan cuenta de que los estudiantes egresados de enseñanza secundaria, de manera mayoritaria, toman la decisión final de carrera y universidad en la que estudiarán “con puntaje en mano”, como se dice comúnmente. Lo anterior, que puede parecer lógico, muchas veces esconde la complejidad del proceso de elección estudios universitarios.
La literatura científica ha mostrado de manera profusa que el proceso de elección de estudios universitarios es complejo y multifactorial, sobre el que actúan variables tanto externas del estudiante, tales como el capital cultural y económico familiar, o la preparación académica entregada por el colegio, como internas al individuo, tales como la motivación, el esfuerzo y el compromiso, entre otras.
Antes de elegir estudios universitarios, sin embargo, el estudiante atraviesa por dos fases en las que los colegios pueden incidir de manera decisiva.
En primer lugar, en la fase de predisposición, es decir, aquella en la que los estudiantes se plantean por primera vez, de manera seria, si continuar con estudios universitarios después de la enseñanza secundaria, o tomar caminos alternativos, como ingresar de inmediato al mundo laboral, por ejemplo. En esta fase se construyen las aspiraciones, sobre las que influyen muy fuertemente las familias. En Chile, las aspiraciones de estudios universitarios son muy elevadas en todos los sectores sociales. Sin embargo, el refuerzo de estas aspiraciones es muy diferente según el colegio en el que se encuentra el estudiante.
La segunda fase es la búsqueda de información. Es una fase en que los estudiantes van a descubrir las distintas posibilidades de estudios que se abren ante ellos, y van a evaluar cuáles son aquellas a las que les gustaría y creen que podrían acceder. Esto último es muy importante porque es en esta fase en la que se genera el ajuste o desajuste entre las aspiraciones y las expectativas (lo que quiero hacer y lo que creo que efectivamente podré hacer). Esta fase es la más propicia para la intervención de los colegios, en la que juegan un rol fundamental. Se ha demostrado que las culturas institucionales que promueven los estudios universitarios y sobre todo, que acompañan a los estudiantes en su proceso de preparación académica, de información y orientación, permiten ampliar lo que algunos autores denominan “el horizonte de los posibles”. En efecto, nadie puede elegir lo que no conoce, y después de conocer cuáles son las diferentes alternativas, hay que saber navegar a través de la información. De hecho, en Chile la problemática de hoy no está dada por la falta de información (tenemos mucha información a nuestra disposición), sino por la gestión de la información por parte de los colegios, y la consiguiente orientación vocacional.
En suma, las lógicas y las estrategias de promoción de estudios universitarios y de acompañamiento al proceso de toma de decisiones por parte de los colegios son claves para permitir que la decisión final del estudiante no se encuentre mediada únicamente por un puntaje, sino que sea una decisión racional y razonada, en relación con los intereses y habilidades del estudiante, en base a una sólida preparación académica, y un proceso de información y orientación vocacional desarrollado durante toda la enseñanza secundaria.