Día del Campesino y producción alimentaria regional

Este domingo 28 de julio, se celebró el Día Nacional del Campesin@ en Chile, ante lo cual, al comienzo de esta columna saludo a las campesinas y campesinos de nuestra Región de Magallanes. 

El inicio de esta celebración en Chile, se remonta a conmemorar la publicación de las leyes de Reforma Agraria y de Sindicalización Campesina, el 28 de julio de 1967, durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva.

Claramente es una oportunidad para reconocer las tradiciones culturales de esta población y del Chile que intenta ser una potencia agro alimentaria.

Y como siempre, porque nuestro enfoque está preferentemente en la Región de Magallanes, con el quehacer de su población y de sus necesidades, es primero reconocer a las y los valientes y decididos hombres y mujeres de Magallanes, que hacen de la producción de la tierra y la agricultura, su forma de vida y de contribuir al desarrollo de la región. 

En consecuencia es una oportunidad para el reconocimiento de las tradiciones culturales de esta población y de su impacto en la vida de la comunidad toda. 

En el caso de Magallanes, donde las costumbres y su cultura han mutado notablemente en los últimos 40 años, debido al transporte continuo y su conexión con Chile (a veces con las precariedades que marca el invierno o los gobiernos provinciales argentinos en el paso de las flotas de transportes terrestres magallánicos) la antigua agricultura de quinta familiar, donde la abuela o la madre principalmente mantuvieron la costumbre chilota y la necesidad de la subsistencia, fueron desapareciendo a la par de una fuerte urbanización y cambio de hábitos de nuestras ciudades y sus habitantes.

Los antiguos barrios hortícolas en Punta Arenas, y los huertos familiares en Puerto Natales, han dado paso al interés y apetito inmobiliario y los horticultores han ido donde han podido. Nada fácil producir en Magallanes. Sin embargo la alta valorización que hace la población ante la dualidad de preferir (teniendo la alternativa) de un producto regional versus un producto nacional, plantea una excelente oportunidad de apostar por el crecimiento de la producción regional.

Esto exige un plan integral, a corto, mediano y largo plazo, que no esté afecto a los vaivenes políticos nacionales, regionales o locales. Claramente mayor inversión pública focalizada, mejorar los canales de asociatividad y esencialmente de comercialización son claves para lograr un crecimiento de la producción local.

Hace pocos días se ha indicado, que Magallanes ronda el 11% de autoproducción hortícola, lo que sin duda da “cancha” para crecer y proyectar la agricultura magallánica. Hace poco también, es decir durante 2023, se construyó un histórico y pionero convenio de programación entre el gobierno regional de Magallanes y Antártica Chilena e Indap por un monto de 3 mil millones de pesos, lo que se debe reconocer es una buena señal, porque sólo con los fondos de Indap, quizás se iba a poder continuar a un ritmo lento y pedregoso. Claramente este convenio o aporte regional debe monitorearse y lograr que los órganos centralizados del agro, no “descansen” sólo en el aporte regional, sino que hagan el esfuerzo de apalancar más recursos y transferencia de competencias, conocimientos y acceso a créditos para los pequeños horticultores regionales. 

El desarrollo y evolución de la hidroponía en Magallanes, es otra forma y técnica que ha logrado estirar un tanto la corta temporada de siembra, cuidado y cultivo de las hortalizas esencialmente. Esto se debe apoyar con fuerza y decisión.

Y por último, por cuarta o quinta vez en esta humilde columna de opinión, con la mejor intención y no teniendo ningún afán de molestar a las autoridades regionales, comunales y sectoriales (Agro e Indap), la necesidad de contar con un Centro Comercializador Hortofrutícola en Punta Arenas es vital, para el desarrollo, despegue y para generar la imagen corporativa y la necesaria complicidad y seguimiento de los clientes (potencialmente todos nosotros) para con la agricultura local. El lugar, como saben las autoridades y también algunos agricultores locales, se adquirió por parte del fisco el año 2014, (por presentación de un proyecto municipal de nuestra administración municipal), del hermoso y viejo Bodegón de Ladrillo, conocido como el ex ADELCO, en una privilegiadísima ubicación, en la esquina de Boliviana con 21 de Mayo, al lado del Mercado Municipal y del Centro Artesanal. Duerme aún el sueño de los justos. Es usado por el Gore, para el estacionamiento de sus vehículos. Para eso no se realizó el proyecto y no se invirtieron recursos fiscales. Vamos que se puede, por los agricultores de Magallanes. Con todo respeto.