Israel bombardeó el sur del Líbano en represalia por el ataque de Hezbollah

El Ejército de Israel bombardeó de forma simultánea siete regiones del interior y el sur del Líbano, en respuesta al ataque del sábado del grupo terrorista Hezbollah que mató a 12 niños y adolescentes.

“Estamos aumentando en gran medida nuestra preparación para la próxima etapa en la lucha en el norte”, aseguró el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi, en una visita al campo de fútbol en el que se produjo el impacto del proyectil.

Víctimas menores y adolescentes

El proyectil de la milicia proiraní cayó en un campo de fútbol de la ciudad de  Majdal Shams, en el que niños jugaban, matando a 12 personas. Se confirmó la identidad de once de las víctimas, todos menores con edades comprendidas entre los 10 y los 16 años.

“Es el ataque más mortífero contra civiles israelíes desde el pasado 7 de octubre”, dijo el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, en un comunicado.

Netanyahu prometió que “Hezbollah pagará un alto precio que no ha pagado hasta ahora” por el ataque contra Majdal Shams.

El grupo terrorista, por su parte, negó haber atacado la ciudad de Majdal Shams, pese a que sí había reivindicado a lo largo de este sábado hasta siete ataques en otros puntos del norte de Israel, incluidos los Altos del Golán.

Sin embargo, el Ejército acusó a Hezbollah de mentir y aseguró que “conocen exactamente” el punto del lanzamiento del cohete, un pueblo en el área de las Granjas de Chebaa, en el sur del Líbano, controlado por el grupo chií afín a Irán.

La frontera entre Israel y Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006 con un intenso intercambio de fuego desde el 8 de octubre, que se ha cobrado la vida de unas 565 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hezbollah, que ha confirmado unas 350 bajas de milicianos y comandantes, algunas en Siria; además de un centenar de civiles.

En Israel han muerto 46 personas en el norte, 22 militares y 24 civiles, incluidos los 12 menores y adolescentes en el ataque de ayer, el más grave en Israel desde el inicio de las hostilidades, lo que hace temer una guerra abierta.