Corazón de Escarcha: una película con sello magallánico

Por Guillermo Muñoz Mieres,
periodista

Magallanes, 2024

Director: Silvio Reyes

Protagonistas: Juan Manuel Herrera, Paulina Troncoso

“Corazón de Escarcha”, aquella canción popularizada en clave de vals chilote por Héctor Pavez hace medio siglo atrás y que se fue convirtiendo de a poco en un himno de los habitantes de Magallanes porque allí hay una historia que muchos de los que habitan este territorio conocen, escucharon o alguien, quizás los abuelos y bisabuelos, alguna vez contaron.

Puede ser el de la inmigración chilota que llega a estas tierras para cambiar su destino sin mirar atrás, pero también porque en su letra y melodía hay una historia de pasión e injusticia que nada tiene que envidiarle al “Romeo y Julieta”  de Shakespeare, “El Conde de Montecristo” de Alejandro Dumas e incluso al de la película  “Titanic” de James Cameron, con la epopeya del joven trabajador de una estancia en Tierra del Fuego que decide ir  en penosa marcha a buscar la riqueza del oro tras ser expulsado del paraíso por cometer un pecado fatal: enamorarse de la hija del patrón.

Es una canción llena de imágenes por lo que no era de extrañar que tarde o temprano despertara el entusiasmo para convertirla en una película. De hecho, a mediados de 2002, un taller audiovisual de la Universidad de Magallanes presentó un cortometraje titulado “Él” que adapta la historia de la canción en un formato de oscuro y falso documental.

La adaptación actual que dirige Silvio Reyes es la más oficial sobre la composición musical y forma parte de aquellas producciones con denominador común de origen magallánico porque son obras financiadas con fondos de aquí y de algo por allá, hechas a punto de esfuerzo, ganas y porfiadez, pero  donde el mayor logro no es si quedaron bien o mal, sino que pudieron hacerse y estrenarse para deleite de un público.

Por eso la puesta en escena de “Corazón de Escarcha” no se perdió en un registro de época, sino que adaptó la historia a la época actual donde el joven peón de una estancia en Tierra del Fuego es ascendido a capataz produciendo la envidia de uno de sus compañeros de trabajo, mientras se involucra en una relación con la hija del patrón, quien llega al lugar para hacerse cargo de los negocios de su padre.

Aunque en el camino se evidencian las deficiencias que siempre han mostrado las producciones regionales, sea en el guión, el sonido y, aunque aquí no sea el caso, lo disparejo de las actuaciones, la película no tiene mayores pretensiones visuales y se narra en un estilo clásico donde se cumple con una premisa básica del cine que siempre se debe agradecer: Que hay una historia y las ganas de contarla.

En el avance, están los temas que siempre aparecen en las películas regionales como la injusticia, algo de lucha de clases y por allí “a la pasada un mensaje ambientalista”, pero también casi por naturaleza, sea en producciones nacionales o regionales que utilizan el escenario magallánico, la presencia del paisaje con un cielo abundante de nubes, la estepa patagónica y esa sensación de frío interminable. Y ahora, una vez más, como en “Blanco en Blanco”  (2019) o “Los Colonos” (2023),  la geografía de Tierra del Fuego como telón de fondo y también como personaje principal que no habla, pero siempre observa.

De todos los momentos, el más inspirado es una escena de baile que transcurre en un bar, donde hay olor a bohemia patagónica y un baile tenso porque se juntan “moros y cristianos” y uno sabe o huele que algo se puede armar.

Las adaptaciones son libres así que no corresponde pensar si se rescata o no el espíritu del tema musical, así como tampoco cuando se trata de una obra literaria. Es otro relato, otra historia y otro lenguaje.

Lo importante es que  se pensó y se hizo. Porque allí, en ese  tema cantado como vals chilote y un acordeón que marca el compás, había una historia  con ciertos tintes trágicos que merecía ser contada.

La historia  de aquel joven peón de una estancia que mientras trabajaba en Tierra del Fuego se le ocurrió enamorarse de la hija del patrón.