Pasiflora Creaciones, emprendiendo con arte y comunidad

• Fue premiada en el marco del Mes de las Juventudes.

En los confines del sur de Chile, donde los paisajes naturales cautivan con su belleza indómita, una joven emprendedora encontró su inspiración y propósito en el arte del tejido. 

Yeritza Veloso Melgarejo, una talentosa tejedora y tallerista de 29 años, logró convertir su pasión por el crochet en un negocio exitoso que no sólo le permitió emprender, sino también fortalecer lazos comunitarios y transmitir conocimientos a otros. Su emprendimiento, Pasiflora Creaciones, se convirtió en un referente local, combinando el arte del amigurumi con una visión de crecimiento colectivo.

El emprendimiento nació hace aproximadamente cuatro años, cuando Yeritza decidió formalizar su habilidad en la creación de amigurumis, esos pequeños muñecos tejidos que pueden representar desde animales hasta personajes personalizados. Lo que comenzó como un pasatiempo guiado por su familia, quien le envió los materiales para su primera creación, pronto se transformó en una actividad predilecta. “Para mí, tejer es una sanación”, confiesa Yeritza. “El proceso de crear con mis manos me relaja, me ayuda a calmarme, a bajar la ansiedad. Es un espacio de tranquilidad en medio del estrés cotidiano”.

La elección del nombre no es casualidad. Inspirada en la planta pasiflora, conocida por sus propiedades calmantes, Yeritza quiso reflejar en su negocio la misma sensación de paz y serenidad que le proporciona el tejido. Cada amigurumi que crea lleva consigo no solo su habilidad técnica, sino también la intención de transmitir calma y bienestar a quienes lo reciben.

Pasiflora Creaciones es mucho más que un negocio. Yeritza utilizó su emprendimiento como una plataforma para impactar positivamente en su comunidad. Como parte de la agrupación “Camino Verde”, trabaja junto a otros artesanos y talleristas para acercar los oficios a la comunidad. En sus talleres de amigurumi, los participantes aprenden a tejer y encuentran un espacio para expresarse, conectarse con otros y fortalecer su autoestima. 

Los talleres de amigurumi se convirtieron en un punto de encuentro intergeneracional, donde adolescentes y adultos comparten no sólo técnicas de tejido, sino también experiencias de vida, consejos y apoyo emocional. Para Yeritza, estos talleres son una manera de retribuir a su comunidad y de seguir aprendiendo junto a otros. “El arte y la creación ayudan en muchas cosas: la expresión emocional, la reducción del estrés, la mejora de la autoestima. Ver cómo los participantes se conectan y se apoyan entre sí es realmente enriquecedor”, agrega.

El impacto de Pasiflora Creaciones y el trabajo comunitario de Yeritza fue reconocido a nivel regional. Recientemente, el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) le otorgó un premio por su contribución al emprendimiento juvenil en la región de Magallanes. Este premio destaca su talento, dedicación y compromiso con la transmisión de conocimiento y el fortalecimiento del tejido social a través del arte.

Los amigurumis de Pasiflora Creaciones están disponibles a través de su cuenta de Instagram @pasiflora.creaciones, donde Yeritza también difunde información sobre sus talleres y actividades.