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“Medio Siglo con Borges” Mario Vargas Llosa

Por Marino Muñoz Aguero Domingo 18 de Agosto del 2024

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El peruano Mario Vargas Llosa (1936) no oculta la admiración por su colega argentino Jorge Luis Borges (1899-1986): “Sé lo transeúntes que pueden ser las valoraciones artísticas: pero creo que en su caso no es arriesgado afirmar que Borges ha sido lo más importante que le ocurrió a la literatura en lengua española moderna y uno de los artistas contemporáneos más memorables”. Esta admiración aflora desde la vereda opuesta, pues no hay afinidad literaria alguna entre la obra de Borges y la suya. En tanto Borges pasea por la literatura fantástica, Vargas Llosa hace de la realidad la fuente de inspiración de sus escritos; mientras el primero desdeñaba la novela en beneficio del cuento y del ensayo, el segundo se ha consagrado preferentemente como novelista.

En este libro, el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa con un lenguaje sencillo y una exposición sutilmente estructurada -a lo cual ayuda la brevedad de sus páginas- nos acerca a este Borges para quien, a la mayoría de los lectores comunes puede aparecernos como inabordable, impenetrable, en suma complejo. El texto devela algunas de las “trampas” en su obra y desmitifica uno que otro aspecto personal. El texto incluye entrevistas en París y Buenos Aires, ésta en el departamento de Borges, ensayos y crónicas.

El más lúcido de los ensayos -a nuestro juicio- es “Las Ficciones de Borges”; ahí Vargas Llosa confiesa que en su juventud (peruana y comunista) leía a Borges casi como un pecado dejando de lado a Sartre y aprendió a admirar su prosa concisa, su economía de recursos literarios en párrafos con tantas palabras como ideas, lo estrictamente necesario; un modo de escribir propio. Destaca también la capacidad que tuvo el argentino para demostrar a los escritores latinoamericanos que se podía ser universal desde la provincia, refiriendo también a su erudición, a su desplante para pasear al lector por la amplitud de la literatura universal y otros temas con la finura precisa para no caer en la pedantería. También resalta aquello del “Borges Personaje” aspecto y conducta ineludible, a pesar de la tan comentada sencillez y austeridad del genio literario. No obstante, las abiertas declaraciones de admiración, Vargas Llosa no omite la crítica, en especial, respecto de la falta de amabilidad en la escritura de Borges hacia determinados segmentos de la sociedad como los indios o los negros, por ejemplo.    

En el ensayo “Borges, político” el peruano nos siembra la duda de la tan manoseada apoliticidad de Borges y critica abiertamente las ambivalentes posturas, opiniones y escritos de éste en relación a los regímenes dictatoriales. 

Interesante nos parece la visión de Vargas Llosa respecto de María Kodama, su última esposa: “…Borges, octogenario, vivió unos años espléndidos, gozando no sólo con los libros, la poesía y las ideas, también con la cercanía de una mujer joven, bella y culta, con la que podía hablar de todo aquello que lo apasionaba y que, además, le hizo descubrir que la vida y los sentidos podían ser tanto o más excitantes que las aporías de Zenón, la filosofía de Schopenhauer, la máquina de pensar de Raimundo Lulio o la poesía de Wiliam Blake”.

Sólo dos alcances nos permitimos -con el debido respeto- a lo que nos expone Vargas Llosa, quien duda de los escritos borgianos sobre los bajos fondos y los “guapos” de Buenos Aires: “Es evidente que todos esos matones, hombres de mano y asesinos truculentos que inventó, son tan literarios -tan irreales- como sus personajes fantásticos”. Borges vivió parte de su infancia y juventud en Palermo, en ese entonces barrio bravo de Capital Federal. Supo de piringundines, quilombos y cafishios; de ahí probablemente su predilección por la milonga y desprecio por el tango, al cual catalogaba como “música de cornudos”. Quien ilustra esta faceta es Ulyses Petit de Murat en “Borges Buenos Aires (La noche, las calles, el periodismo, la amistad y los sueños: Borges antes de la celebridad)”

En segundo lugar, Vargas Llosa explora a Borges desde su primigenio ultraísmo hacia el conservadurismo político y cercanía a la economía liberal, omitiendo su simpatía inicial por los Bolcheviques y la Revolución Rusa, con versos escritos en alabanza y nunca publicados en libro. En ello se explaya Volodia Teitelboim (“Los dos Borges, vida, sueños, enigmas”) 

En suma, “Medio Siglo con Borges” de Vargas Llosa va de erudito a erudito y de Premio Nobel a Premio Nobel (aunque a Borges no lo se lo dieron…y todos sabemos las razones). No obstante, a pesar de ello, es un texto que llega a los lectores con la sencillez propia de los grandes genios literarios.  

Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, nació en Arequipa, Perú, en 1936. Estudió Derecho y Literatura en su país, y se Doctoró en Filosofía y Letras en España.

“Medio siglo con Borges”, Mario Vargas Llosa. 1ª edición, Alfaguara – Penguin Random House Grupo Editorial S.A. Santiago, Chile, 2020, 108 págs.

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