Chile y la ciencia antártica

La Antártida de su boca

sube como alción marino,

el blanco animal divino,

engolado y soñoliento,

el blancor no conocido,

el intocado Misterio.

Gabriela Mistral – Poema de Chile

Aisén Etcheverry
Ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación

Alberto van Klaveren
Ministro de Relaciones Exteriores

El mes de agosto ha vuelto a poner a Chile en el centro del quehacer científico internacional en torno a la Antártica, un continente dedicado al estudio de las ciencias físicas, las ciencias de la Tierra, y las ciencias de la vida. El continente blanco nos ayuda a comprender mejor el pasado cercano y remoto de nuestro planeta, conocimiento crucial para anticipar el futuro y clave para enfrentar la actual triple crisis climática. 

En la segunda quincena de agosto, dos ciudades chilenas “Pucón y Punta Arenas” serán sede de dos eventos complementarios y decisivos para el avance de la investigación científica en la Antártica. En Pucón se llevará a cabo la Conferencia Abierta (Open Science Conference) del Comité Científico de Investigación Antártica (Scar, por sus siglas en inglés) y Punta Arenas, será la sede de la Reunión de Delegados de la misma organización. Es primera vez que el Scar se reúne en nuestro país, oportunidad en que retomará sus actividades presenciales interrumpidas por la pandemia.

Esta es la versión que más gente ha convocado desde que se realiza este evento. Más de mil invitados de diversas áreas y de todas las regiones del mundo podrán exponer los últimos avances en la investigación en distintos temas: desde el rol de la Antártica como motor del clima global, hasta las características moleculares, metabólicas y fisiológicas de los organismos antárticos, que hoy la biotecnología estudia para combatir la sequía, optimizar la energía o luchar contra las bacterias multirresistentes. 

Que se celebre en Chile también confirma nuestro liderazgo en temas antárticos. Entre otras iniciativas, en la Cop27 (2022) presentamos, junto a Islandia, “The Ambition on Melting Ice”, que nos ha puesto a la vanguardia de la investigación para contener los deshielos y la pérdida de recursos hídricos. En 2017, junto con Argentina, propusimos, ante la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, crear un área marina protegida en una zona entre el oeste de la Península Antártica y el Sur del Arco de Escocia. Seguiremos trabajando para lograr establecerla.

En todos estos esfuerzos, la diplomacia científica desempeña un papel crucial, que combina una sólida base de conocimiento con el necesario diálogo multilateral para lograr acuerdos sustanciales respecto de las acciones humanas frente a la triple crisis climática.

La Antártica es hoy espacio de un ejercicio de gobernanza único, donde el mundo entero ha decidido ponerse de acuerdo en el uso sólo científico de un territorio común: 14 millones de km2, bajo los principios del Tratado Antártico, es decir, un gran continente destinado a actividades de paz, a la ciencia y al respeto del medioambiente.

No es para menos: la Antártica alberga ecosistemas y formas de vida con adaptaciones únicas, juega un rol clave en el cambio climático y su biodiversidad ya es estudiada en busca de tratamientos para la diabetes, el cáncer y el Alzheimer. 

La celebración de los encuentros SCAR en territorio chileno ampliará nuestro conocimiento y proporcionará nuevas bases para el trabajo que desarrollan el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Ciencia. El futuro Centro Antártico Internacional (CAI) de nuestro país proporcionará, a su vez, una excelente infraestructura para la investigación, el apoyo logístico y los viajes al continente blanco, consolidando a Punta Arenas como la puerta natural a la Antártica. Son buenas noticias. Son motivos de orgullo para Chile.