Cortaron los barrotes de la celda para huir pero los pillaron cuando cruzaban el anillo de seguridad
Los tres chilenos y un dominicano que el miércoles en la noche intentaron fugarse de la cárcel de Punta Arenas, casi mueren en el intento.
A riesgo propio lograron traspasar la llamada “calle de servicio”. Y cuando iban por el segundo anillo de seguridad, conocido como línea de “pre-fuego”, cuerpo en tierra, llegaron los custodios que los obligaron a deponer su actitud. No sin antes realizar 11 disparos “persuasivos” con las armas de servicio.
Esto paralizó a los reclusos que depusieron su actitud y se entregaron de inmediato.
En todo caso, si hubiesen logrado traspasar el segundo anillo, de unos 4 metros de altura, les esperaba la línea de fuego y al final la malla electrificada, la última valla de seguridad.
Los sensores de seguridad de los cierres metálicos alertaron a los centinelas de guardia en la sala de cámaras de seguridad. Y estos dieron la alarma, activándose de inmediato el operativo que frustró la fuga de los cuatro internos: Enrique Armando Villarroel Cárcamo; Rodrigo Sebastián Lara Aguilar; Raúl Patricio Ampuero Miranda y David Franklin Lugo Martínez.
El cuarteto estaba en celdas separadas, del Módulo E, de condenados reincidentes. Y venían planificando hace rato la fuga. Muestra de esto es que “para escapar de las celdas cortaron los barrotes de fierro macizo y rompieron ventanas para salir al patio del módulo y así llegar a la malla perimetral”, explicó ayer el director regional (s) de Gendarmería, Carlos Ortiz Sánchez.
“Ocuparon sierras metálicas encontradas en el allanamiento al interior de las celdas”, añadió.
Por todo esto es que la institución instruyó un sumario administrativo y los protagonistas de la fuga “están apartados de la población penal”.
El director subrogante dijo estar muy satisfecho por el actuar de los funcionarios y destacó que los sistemas de seguridad funcionaron a la perfección. “La respuesta del personal fue muy rápida y así evitamos una fuga de cuatro internos”.
Más detalles declinó entregar dado que todo forma parte de la investigación en curso.
El intento de fuga se produjo alrededor de las 21,30 horas. A esa hora saltaron por las ventanas que dan al patio, luego de cortar los barrotes de fierro. Y el tramo, entre la celda y el sector de las mallas, es muy corto.
El mismo miércoles en la noche los internos capturados fueron trasladados al Hospital Clínico, donde les constataron las lesiones que presentaban producto de golpes sufridos, en el marco de la captura.
El historial delictivo de los 4 reos recapturados
Por los delitos de robo, asalto y tráfico de cocaína han sido detenidos, formalizados y condenados los cuatro reclusos que protagonizaron una fuga desde el complejo penitenciario de Punta Arenas, en la noche del miércoles.
Enrique Armando Villarroel Cárcamo fue detenido en septiembre de 2017 por un violento asalto cometido en el Punto Copec, en el cruce de las avenidas Salvador Allende y Eduardo Frei, lo que le valió ser condenado a una pena de 5 años, la que cumplió en 2022. Días más tarde volvió a reincidir en el mismo delito, cuando asaltó el local Market de la estación Petrobras en la diagonal Don Bosco.
En su extracto de filiación registra anotaciones penales, tanto en Punta Arenas como en Natales, por delitos de robo con intimidación, robo en lugar no habitado, hurto faltas y robo con violencia.
En el caso de Rodrigo Lara Aguilar, en junio pasado fue condenado a más de 11 años de cárcel por su participación en una serie de robos, como el que afectó a la Distribuidora Oviedo, a las empresas Abacomp, Ferretería Ferromundo, Ferretería Ataindus y a una propiedad particular de Altos del Bosque. En abril pasado había protagonizado una huelga de hambre, que mantuvo por varias semanas, en reclamo por las altas penas que solicitaba la Fiscalía en su contra.
Entre el historial del tercer recluso, Raúl Ampuero Miranda, figura una evasión desde la cárcel de Osorno, en 2015, por lo que desde entonces era considerado el “reo más buscado de Chile”, hasta que en marzo de este año fue recapturado en Punta Arenas, donde registraba domicilio. Aquí era requerido por varios delitos, entre los más relevantes, el robo en los años 2019 y 2021 de dos camionetas desde el recinto de Zona Franca, vehículos que sacó del país hacia la República Argentina, por un paso no habilitado.
Por último, el dominicano David Lugo Martínez, fue condenado en 2020 a la pena de 6 años de presidio por tráfico de clorhidrato de cocaína. Ya en libertad, reincidió el pasado 15 de junio, cuando fue detenido junto a su pareja por el mismo delito.
“Fueron tremendamente osados”, dijo ex director de Gendarmería Dan Toro
El ex director regional de Gendarmería, Dan Toro, dijo que los cuatro internos que intentaron escapar de la cárcel de Punta Arenas “fueron tremendamente osados”.
Recordó que en los 21 años de funcionamiento que cumplió el mes pasado este penal, es la primera vez que personas condenadas logran salir al exterior y llegar hasta las mallas perimetrales.
En otras dos ocasiones hubo intentos, pero sin alcanzar a salir del edificio. Como en 2011, cuando internos lograron llegar al techo y en otra ocasión en que fueron descubiertos en los “shafts” o ductos del penal.
Consultado por el episodio de este miércoles, dijo que lo ve preocupante porque algo así no se había visto en Magallanes. “Llama la atención la decisión que tomaron estos internos. Creo que fueron muy osados en la decisión que tomaron, sabiendo que al llegar a la línea de fuego les puede llegar un balazo. O si tocan la malla electrificada es obvio lo que les va a pasar. Realmente no sé qué pensaban o es solamente la decisión de mostrarse osados lo que los llevó a hacer esto”.
No es menor llegar a la segunda línea de fuego. Además, añadió, esto demuestra toda una planificación.
Aunque a la vez de osados también fueron ingenuos, por intentar una fuga a esa hora, cuando están todos los servicios activos.
El ex jefe de Gendarmería señaló que esto debe servir para poder modernizar los sistemas de seguridad. Como ocurrió hace tres años cuando se inauguró el moderno sistema de televigilancia del complejo, lo cual permitió sacar a los centinelas de las torres y permitir que sólo realicen rondas periódicas.
Este centro de operaciones, con pantallas gigantes, ultra HD, permite supervisar todo el perímetro de la cárcel con el apoyo de cámaras con tecnología de última generación, incluida visión nocturna, las que fueron instaladas en puntos estratégicos dentro del radio de acción de la cárcel.
Punta Arenas se convirtió así en la primera cárcel de hombres del país en contar con esta tecnología.