La tarea de los académicos de la Universidad Católica en el plan de desarrollo logístico para el hidrógeno verde en Magallanes
- El equipo está conformado por más de 30 profesionales de distintas especialidades que se encuentra trabajando en el levantamiento de información, análisis de variables y determinación de brechas para la instalación de la industria en la zona.
Desde diciembre del año pasado, un equipo de más de 30 profesionales de distintas especialidades se encuentra trabajando en el levantamiento de información, análisis de variables y determinación de brechas para la instalación de la industria del hidrógeno en la Región de Magallanes. El proyecto, ejecutado y liderado por académicos de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), busca plasmar estos conocimientos en un plan de desarrollo logístico para la región, con énfasis en esta industria.
Alvaro Peña, académico de la PUCV y director del proyecto, comenta que buscaron tener una mirada transversal, lo que conlleva la necesidad de tener profesionales en muchas áreas de conocimiento distintas. En esta etapa inicial el mayor énfasis estuvo puesto en la infraestructura portuaria y vial para potenciar la industria.
“Tenemos más de 30 profesionales, en colaboración con profesionales y académicos de la Umag, en la cual hemos tenido que dar una mirada holística respecto a esto, tomando en cuenta que la base es un plan de desarrollo logístico, la cadena logística, la oferta y demanda de lo que esto va a significar la industria del hidrógeno verde para el desarrollo y las nuevas alternativas de infraestructura que se deban generar”, sostiene Peña.
Trabajo colaborativo
El trabajo interdisciplinario requiere igualmente una estrecha colaboración tanto con las empresas privadas y desarrolladoras de proyectos, como con organismos públicos. Matías Valenzuela es profesor académico de la PUCV y que para el proyecto en cuestión se emplea como gerente técnico, quien comenta que son dos los tipos de fuentes que utilizan para su proyecto: directa de los desarrolladores y entidades públicas (fuentes primarias); e información secundaria ingresada como consultas al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental y lo ya ingresado a la plataforma.
“Nosotros combinamos toda esa información, la ponemos en su debida pertinencia y establecemos, en principio, todo lo que son temas de capacidad de la Región de Magallanes, para poder, a partir de aquello, establecer cuáles son las demandas futuras. Con ello podemos proyectar infraestructura habilitante que puedan impulsar”, sostiene Valenzuela.
“La particularidad de una región tan grande, con tantas islas, canales, variables ambientales, hace que la logística sea compleja, al ser demasiado grande el territorio y demasiado variado y diverso. Por otro lado, el potencial que tiene la región es tan alto en donde el número de proyecto y el impacto que estos pueden hacer también puede ser de esta misma envergadura”, comenta Peña consultado por las principales observaciones y hallazgos de sus estudios hasta el momento.
Aristas exógenas
Por otro lado, el levantamiento de información y análisis incluye aristas fuera de lo netamente técnico de la industria. “Todas las que son las variables o las condicionantes que esto vaya a afectar, como, por ejemplo, los temas ambientales, poner también en cierto valor cuáles son, las zonas urbanas o las zonas de sectores económicos que pudiese verse afectados favorable o no y que sean ajenos al hidrógeno verde, como podría ser turismo, acuicultura, manufactura, construcción, entre otros”, agrega Valenzuela.
Este plan será entregado al Ejecutivo a través de los ministerios de Energía, Transportes y Obras Públicas, entre otros, quienes serán los tomadores de decisión. De parte de estas entidades se habilitarían la apertura de proyectos de cartera, de infraestructura y, por otro lado, de ponerlo en conocimiento de la ciudadanía y realizar consultas en cuanto sea pertinente.
