“Sin ti…es inútil vivir…” La historia del “Trío Los Panchos” (1)
La historia de “Los Panchos” se inicia a mediados de la década de 1940 y está ligada estrechamente a la evolución de la canción romántica latinoamericana, y en especial el bolero. El ritmo estaba en su apogeo en los países de habla hispana e incluso en Estados Unidos donde agrupaciones como las de Glenn Miller y Artie Shaw lo incluían en sus repertorios. Los intérpretes de boleros de la época actuaban y grababan acompañados de grandes orquestas, pero también se cultivaba en menor medida la modalidad tríos vocales y de guitarras. Así es como en 1944 en Nueva York, dos de los integrantes del conjunto mexicano “El Charro Gil y sus Caporales”, incorporando como vocalista al portorriqueño Hernando Avilés (Herminio Avilés Negrón) deciden formar el que resultaría ser el más famoso trío de boleros de todos los tiempos.
Los dos mexicanos mencionados eran: José de Jesús “Chucho” Navarro Moreno, segunda voz, compositor y arreglador, y Alfredo “Güero” Gil (Alfredo Bojalil Gil) compositor y primera guitarra (“requinto”). Gil y Navarro fueron los integrantes estables, el primero permaneció hasta la década del 80 y el segundo hasta el decenio siguiente; por diversas razones la rotación en la primera voz fue una constante en la evolución del trío. Como sea, y a pesar de las variaciones en su formación, han sido un grupo de éxito, que se ha ganado un lugar de privilegio en el horizonte musical de todos los tiempos. Fueron artistas exclusivos del sello CBS.
Gil, Navarro, Avilés; “La época de oro”.
La formación inicial se mantuvo hasta 1951, año en que Avilés decide probar suerte como solista. De ésta, la denominada “Epoca de oro”, son los éxitos “Caminemos“, “Los dos”, “Una copa más”, “No trates de mentir”, “El reloj” o “No me quieras tanto”. De dicha etapa son también las canciones más emblemáticas de toda la trayectoria del grupo: “Contigo” de Claudio Estrada (“Tus besos se llegaron a recrear, aquí en mi boca / Llenando de ilusión y de pasión, mi vida loca…”) y, en especial, “Sin ti” de Pepe Guizar (“Sin ti / No podré vivir jamás / Y pensar que nunca más / Estarás junto a mí…”). Aparte del valor intrínseco estos dos temas, destaca la voz de Avilés, los delicados arreglos vocales y el característico punteo en requinto a cargo de Gil, factores que hacen inconfundible la versión original. Nadie podrá cantar “Sin ti” como lo hicieron “Los Panchos”, ni los grandes intérpretes internacionales que lo han intentado. No obstante, el rótulo de “Epoca de oro” es la exacta definición del periodo 1944-1951, creemos que también contribuyó a ello los dos volúmenes recopilatorios lanzados con posterioridad por CBS, precisamente con el título de “Epoca de oro” (Trío Los Panchos).
Raúl “Shaw” Moreno, Julito Rodríguez y el retorno de Avilés.
Avilés es reemplazado por el boliviano Raúl Moreno quien permaneció hasta 1952, el éxito más importante de este bienio fue “Aquellos ojos verdes”. Luego de esto, el boliviano inicia una promisoria carrera presentándose como Raúl “Shaw” Moreno y “Los Peregrinos”. Este último es el grupo que acompaña a Lucho Gatica en la grabación de “Contigo en la distancia”, “Sinceridad” o “La barca”, entre otras. Más adelante, alrededor de 1958 “Shaw Moreno” impactaría con “Osito de felpa”, “Cuando tú me quieras” o “Barquita de vela, vela”; con la marca de las voces y las guitarras de “Los Peregrinos”.
En 1953 la primera voz llegó nuevamente desde Puerto Rico, era Julito Rodríguez autor de “Mar y cielo” quien estuvo hasta 1957. Pero Rodríguez tuvo paralelamente otro mérito; gestionó la primera grabación que Javier Solís hiciera para CBS. Luego del retiro de Rodríguez, Avilés regresa por dos años, fue una recreación de la “Epoca de oro”.
La fortaleza en los años duros.
La segunda mitad de la década de 1950, el bolero es desplazado por la fiebre del rock and roll, situación que se mantiene durante los años sesenta.
No obstante, lo anterior, el grupo se mantiene incólume. Entre 1959 y 1966 se integra Johnny Albino, también portorriqueño; con quien “Los Panchos” registraron “La hiedra”, “Siete notas de amor” y “Se te olvida” (“La mentira”). Entre 1966 y 1971 el trío es enteramente mexicano con la incorporación de Enrique Cáceres, quien pone su voz a “Volví la espalda” y “Adulterio”, entre otras.
Continuará…
