Trasplante de riñón de madre a hijo permitirá vivir su vida sin diálisis

Este martes culminó un proceso de larga data para Bastián y su madre Marcela, siendo el primer trasplante de donante vivo en la región: en este caso de la mamá a su hijo. Son muchos años de tratamientos, exámenes y análisis de compatibilidad para llevar a cabo la operación de trasplante renal, única forma de subsanar las constantes diálisis que realizaba por las noches Bastián y le permitirá continuar con su vida como si no tuviese su enfermedad de insuficiencia renal.

Entre sus 14 y 15 años se le detectó a Bastián una insuficiencia renal, diagnóstico que le cambió la vida y que llevó a años de trámites y procedimientos médicos. Cuando lo detectaron ya estaban en grado 4, empezando un largo tratamiento apuntando a distintas áreas, que incluyeron tratamientos hormonales para crecimiento. A medida que fue creciendo, requirió de diálisis peritoneal, la que realizó por años en su casa con una máquina especial, religiosamente de 10 a 11 de la noche.

“Hubo un momento en que el doctor dijo que lo mejor para él era un trasplante renal y que podíamos optar a dos opciones: el trasplante renal de donante vivo o trasplante de cadáver. Dijo que podíamos hacer los exámenes para ver si éramos compatibles, empezamos a hacerlos con mi marido, pero al final el doctor me dejó a mí. Ese proceso empezó a fines de 2022”, relata Marcela Barassi, madre de Bastián Vidal, de 21 años.

Conversaciones familiares

Sin embargo, la decisión pasó por conversaciones familiares y la primera opción de Bastián era la del donante de cadáver. “El había estado por donante cadáver, lo colocaron en la lista y entonces le hacían un examen todos los meses, le sacaban una muestra de sangre para ver si tiene compatibilidad con algún donante de cadáver. Como no se dio esa opción, él lo hizo como para protegerme, para cuidarme. Porque la verdad es que cuando yo venía con él, nosotros no sabíamos que tenía esa opción. El no nos había dicho nada y en el fondo era para que a mí no me pasara nada, él quería esa otra opción en primer lugar”, explica su madre.

La operación fue realizada finalmente este martes 3 de septiembre a las 8 de la mañana y, según comenta Marcela, “significa que ya no se va a hacer diálisis. Va a hacer su vida normal ahora, tiene que cuidarse, cuidar su alimentación y tomar unos medicamentos. Pero si sigue la medicación y su alimentación no va a tener mayores inconvenientes”. 

La tarde de ayer, Marcela continuaba en el Hospital de Valdivia, donde se realizó el procuramiento y trasplante, a la espera del alta médica. En tanto, su hijo debe permanecer por protocolo en la Unidad de Cuidados Intensivos (Uci) por al menos dos o tres días más.

Bastián estudia Gastronomía en Inacap, finalizando sus estudios este año y espera poder estar recuperado de la operación para estar presente en la ceremonia de titulación en noviembre próximo.

Requisitos de donación

La enfermera procuradora de órganos y tejidos del Hospital Clínico Magallanes (HCM), Aylin Campos, explica que entre los factores que se consideran para poder materializar este tipo de operaciones son “la edad, el grupo de sangre y un examen que se llama “crossmatch” que ve los anticuerpos que tiene el receptor en contra del órgano que se está ofertando”.

Este caso fue “el primer trasplante de la región que es de una mamá a un hijo, de un donante vivo”. Tal como en esta ocasión, explica que la mayoría de los casos de donantes vivos son de familiares, pero “es una decisión fuerte”. Luego de años de realizar estos estudios, se programó la cirugía para el 3 de septiembre, con resultado exitoso.