Fiscalía solicita 15 años de cárcel para cada uno de los dos asaltantes de céntrica casa de cambios
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La víctima se encontraba sola cuando ingresaron al local los acusados, Víctor Alejandro MacíasMoyano y José Miguel Orellana Cortés. Tras intimidar al dueño huyeron con 15 millones de pesos.
Hace poco más de dos años, la tarde del sábado 23 de julio de 2022, cuando la ciudadanía se preparaba para disfrutar la primera jornada del Carnaval de Invierno de Punta Arenas, dos delincuentes ingresaron a la casa de cambios ubicada en Avenida Colón Nº802, esquina Magallanes, donde asaltaron al dueño, Nelson Scott Pérez, llevándose 15 millones de pesos.
Eran cerca de las 16 horas. La víctima se encontraba sola, cuando ingresan los imputados Víctor Alejandro Macías Moyano y José Miguel Orellana Cortés.
Estos le manifestaron a la víctima que querían comprar pesos argentinos. Y en el momento que Scott se dirige al sector de la caja, uno de los sujetos premunido de un arma que aparentaba ser de fuego, tipo pistola, se abalanza contra él, con la cual lo intimida, procediendo a golpearlo en la cabeza, señalándole a viva voz: “Quédate tranquilo weón”, según describe la acusación que el fiscal de la causa, Fernando Dobson Soto presentó en contra de ambos.
Luego empujan a la víctima a un sillón. “Acto seguido, mientras uno de los imputados mantenía intimidada a la víctima con aquel arma, el otro se dirige a una caja fuerte desde la cual sustrae con ánimo de lucro y sin voluntad de su dueño, cerca de quince millones de pesos entre peso argentino, dólar americano y peso chileno, el que guardaron en mochilas que ambos portaban previamente, para luego una vez acopiado el dinero darse ambos a la fuga”.
El fiscal consigna que los imputados dejaron en el lugar una de las mochilas donde habían guardado dinero, alrededor de un millón quinientos mil pesos, llevándose el restante botín en el otro bolso.
A consecuencia de esto, la víctima sufrió lesiones leves consistentes en herida superficial cuero cabelludo y escoriación de pómulo.
Para el fiscal estos hechos constituyen un delito sancionado como robo con violencia e intimidación. Y pide para cada uno la pena de 15 años de presidio.
Dobson los llevará a juicio oral y la audiencia de preparación se fijó para el próximo lunes 23 de septiembre.
Brigada de Robos
El fiscal encargó a la Brigada de Robos de la Policía de Investigaciones las indagaciones. Un trabajo que dio sus frutos dos meses después, cuando lograron detener a los autores, quienes fueron enviados a la cárcel a cumplir prisión preventiva, por constituir su libertad un peligro para la seguridad de la sociedad.
Empadronamientos en el sector donde se cometió el robo, incluida la revisión de múltiples imágenes de cámaras de seguridad, le permitió a los oficiales tomar “la punta de la hebra”.
Se dice que no hay crimen perfecto. Al parecer robo tampoco. Porque de tanto ver los videos dieron con una pista de interés. Que ese día, después del asalto, los sujetos se subieron a un taxi colectivo en calle Magallanes, y uno llevaba mochila.
La patente los llevó al dueño del auto y, de rebote, a la persona que ese día lo conducía. Algo recordaba de los pasajeros. Y que uno cargaba una mochila y que se bajaron en Carlos Condell con Ñandú, al ingreso a la población Aves Australes.
La PDI trabajó con la descripción física de los sujetos. En esa población revisaron cámaras de seguridad y con las imágenes dieron con el domicilio, una cabaña que arrendaba uno de los antisociales.
Pero cuando le mostraron las fotos al encargado, el sujeto se había registrado con otro nombre. Ya no estaba y menos sabía a dónde se había ido. Pero sí le llamó la atención que un mes antes el individuo se tiñera el pelo de color amarillo o rubio fuerte.
Por eso en las imágenes les aparecía una sujeto con este color de cabellera. Pudo ser una suerte de cambio de “look” para no ser descubierto, ya que después del robo se volvió a teñir, pero de color azabache.
Otro antecedente curioso que se conoció esa vez fue que, una hora antes del robo, los sujetos pasaron a comprar a un almacén del sector. El de pelo “rubio” pidió medias panty. Tomó el envase. Lo miró. Preguntó el precio y lo dejó en el mesón. Al final no lo llevó, pero quedaron impregnadas sus huellas. La PDI perició esto y correspondía al dedo pulgar derecho de Víctor Macías.
Lo que la policía presume es que el sujeto tuvo la intención de comprar las medias para cubrirse el rostro durante el atraco.