Hidatidosis: un problema de salud pública en Magallanes
La hidatidosis sigue siendo un problema de salud pública en Magallanes, afectando a un importante segmento de la población.
Con una tasa de notificación de 18,5 por cada 100.000 habitantes, la región se posiciona entre las más afectadas del país, sólo superada por Aysén, con una alarmante tasa de 40,7.
Esta enfermedad, que se origina principalmente por la presencia de parásitos en animales, como perros y ganado, ha puesto en evidencia la necesidad de implementar estrategias más eficaces para su prevención y tratamiento.
Recientemente, la seremi de Salud de Magallanes organizó un seminario enfocado en potenciar el trabajo coordinado dentro de la red de salud, desde la atención primaria hasta el nivel hospitalario.
Allí, el cirujano infantil del Hospital Clínico de Magallanes, Juan Pablo Rider, entregó cifras que permiten dimensionar este problema de salud pública. Dijo que, desde el año 2010 al 2024, se han intervenido quirúrgicamente por presencia de quistes hidatídicos a 9 pacientes pediátricos en Punta Arenas y alertó que se ha producido un aumento sostenido en la incidencia, especialmente en los últimos tres años, de casos, siendo Puerto Natales la localidad más afectada.
Esta jornada organizada por Salud abordó la necesidad de aumentar la detección temprana de la enfermedad, promover un manejo terapéutico más adecuado y asegurar un seguimiento riguroso de los casos durante un periodo de 10 años.
La hidatidosis no es sólo un problema médico, sino también social y cultural. En Magallanes, donde la relación entre la comunidad y los animales de trabajo o compañía es fuerte, la educación sobre las medidas preventivas es clave. Entre las principales recomendaciones está el control de los perros, la eliminación adecuada de las vísceras de animales sacrificados y la vigilancia constante de los rebaños.
Considerando el escenario planteado, lo importante de este seminario fue que se destacó la importancia de una respuesta coordinada entre todos los actores involucrados, tanto en el ámbito médico como en el sector agropecuario y la comunidad en general. Sólo a través de un enfoque integral y sostenido en el tiempo será posible reducir las preocupantes tasas de hidatidosis en la región.