Necrológicas

Ahora sí, vamos con todos

Por Diego Benavente Viernes 13 de Septiembre del 2024

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Es de conocimiento público el que existe una especie de plan preconcebido o un modus operandi, que se ha estado repitiendo en distintos países de Latinoamérica, cual es el usar la violencia, ya no con la tradicional revolución en la selva como lo enseñó el Che. Ahora es el uso de la violencia urbana sistemáticamente, en alianza con narcos y delincuentes de sectores políticos extremos, para desbordar a los gobiernos y posteriormente activar y forzar un cambio de constitución y así conquistar el poder. Todo lo cual surgió por primera vez en Venezuela con Chávez y se ha repetido en distintos países y se trató de hacer también en Chile, con el estallido social. Lo importante es que los gobiernos y los sistemas pertinentes, de la sociedad tengan mecanismos de defensa, de anticipación y de inteligencia, para poder detectar e interpretar este tipo de procesos y así poder desactivarlos con la debida anticipación.

Ya han pasado dos años, desde el plebiscito del 4S, oportunidad en que la ciudadanía paró en seco los desvaríos constitucionales de grupos extremos envalentonados por el estallido social. Sin embargo, ya se han empezado a ver nuevamente a algunos de los ideólogos del estallido y de la Convención, como estos sacan el habla o aparecen, incluso algunos con total desfachatez, como si nada hubiera pasado. Haciendo declaraciones, publicando columnas, dando opiniones en debates, ya se perdió la vergüenza del grave error cometido. Ahora, el mensaje parece ser que lo que ocurrió fue sólo una raya en el agua, una minucia y echémosle para adelante esperando las mejores condiciones para que la próxima sí resulte.

Por otro lado, como lo expresa Ricardo Gonzalez de la UAI en un vespertino capitalino, “nuestra sociedad está cambiando, pero el sistema político y las instituciones no se han renovado para responder a las nuevas demandas, lo que genera que se haya ido acentuando el bloqueo y la polarización en el debate”. Quienes debieran hacer los cambios necesarios están maquineados, aquí según Kenneth Bunker, hay una élite política problemática, que se ha abocado a resolver las urgencias de las minorías e inventar problemas que no existen sólo para prometer resolverlos después”.

Por el mismo precio, ahora es la oportunidad de abordar las reformas que se requiere, el momento de crisis aprovechado a concho con los audios de Hermosilla y la clase política y la elite desprestigiadas, hacen posible abordar de una vez por todas la reforma del sistema judicial, con el sistema de designación de jueces y la academia judicial que los forma, entre otros. Así como también la reforma del sistema político y de yapa la modernización del Estado, con esas reformas se podría avanzar enormemente y sería un hito histórico para el país. Una reforma del Estado que, por ejemplo haga imposible prácticamente crear nuevos ministerios y nueva institucionalidad, salvo excepciones muy justificadas, en que se cuente con los 2/3 del Congreso, una institucionalidad a prueba del centralismo y que se base prioritariamente en la regiones. Como bien lo expresa Hugo Herrera en un medio digital, “urge un gobierno centrado en una agenda de mejoras institucionales y políticas consensuadas con los distintos sectores del país.” Ahora sí, vamos con todos.

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