El fin del mundo, una oportunidad para pensar uno nuevo
Roy Mackenzie, Investigador Universidad de Magallanes-CHIC-BASE
Miembro del Comité de Humedales de Puerto Williams
“Nosotros como fin del mundo creemos que es una oportunidad inmediata (…), y estoy dispuesto a ofrecer abrirle las puertas a Google para conversar y generar un lazo desde el fin del mundo para que desde Google también salgan todas las ideas en beneficio de nuestra nación y también desde el mundo”, comentó a los medios el alcalde de Puerto Williams, Patricio Fernández, ante la posibilidad de construir un datacenter de Google en la remota ciudad austral.
Es una oferta tentadora, pero no sólo de datacenters viven las personas. Porque no hay progreso posible si para lograrlo hay que ir contra la naturaleza. Y por ello, como Comité de Humedales de Puerto Williams, consideramos que el progreso en infraestructura mayor debe ir de la mano con la protección de nuestro medio ambiente.
En un juego de palabras, estar en el fin del mundo no sólo significa estar alejados, sino también que tenemos la oportunidad única de pensar uno nuevo. Y esto requiere superar la idea de progreso basado meramente en logros económicos, como lo es la ampliación del aeropuerto, el muelle multipropósito o la fibra óptica (todas indispensables para el desarrollo, sin lugar a dudas), sino que es indispensable incorporar también los avances en protección ambiental en el concepto de progreso, como lo es la Reserva de la Biósfera Cabo de Hornos, el Parque Marino islas Diego Ramírez-Paso Drake, y desde este año nuestro Humedal Urbano Huairavos, una turbera ubicada en el centro de la ciudad de Puerto Williams.
Los beneficios económicos y sociales asociados a esta turbera protegida en el medio de Puerto Williams diversifican las perspectivas de progreso de la ciudad. El humedal Huairavos representa el patrimonio natural y cultural de la isla y como tal, es un hito turístico de la ciudad de la misma manera que el Museo Territorial Yagán-Usi o el Pontón Micalvi. Al mismo tiempo, presta importantes servicios ecosistémicos ampliamente documentados en las estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático, entre ellos los beneficios culturales de contar con un área verde que hermosea y mejora la calidad de vida de los vecinos.
El humedal urbano Huairavos resulta del trabajo coordinado entre el Comité de Humedales, el Comité Ambiental Comunal de Puerto Williams, la secretaría regional ministerial de Medio Ambiente de Magallanes y la Municipalidad de Cabo de Hornos. Esta nominación es sólo la punta del iceberg de un trabajo iniciado en el 2020 por algunos williemses preocupados por el crecimiento de la ciudad a espaldas de las áreas verdes, justamente las que hacen a esta isla un lugar privilegiado para vivir.
En el mes de junio se celebró el Acuerdo de Venecia por la Protección de las Turberas, evento al cual adherimos como agrupación a través de la organización de un Taller Local financiado por la WCS en el Museo Territorial Yagan-Usi, con el fin de convocar a más vecinos e incorporar múltiples visiones y experiencias a la conservación de las turberas, que cubren más de un tercio de la isla Navarino.
Vivimos en una isla, rodeados de naturaleza, y sin embargo el humedal urbano es una isla de naturaleza en el medio de la ciudad. El desafío para pensar el nuevo mundo es que el progreso y la conservación de la biodiversidad entren en equilibrio, para no dejar de ser una ciudad de humedales al mismo tiempo que damos oportunidades para el desarrollo sostenible de este rincón de la Patagonia Austral.