Desarrollo productivo en Magallanes

El reciente informe presentado por Corfo, que solicita al gobierno regional un apoyo económico de 10 mil millones de pesos para un programa de fomento productivo, revela una realidad preocupante para las empresas locales en Magallanes. Los problemas que aquejan a las Pymes de la región no son menores: lento o escaso crecimiento, poca oferta de productos o procesos con valor agregado, bajo nivel de ventas y rentabilidad, y un bajo impacto en la economía regional. Esta situación plantea un desafío urgente y la necesidad de una acción decidida por parte de las autoridades.

Las pequeñas y medianas empresas (Pymes) son la columna vertebral de la economía de Magallanes. Sin embargo, enfrentan obstáculos estructurales que impiden su desarrollo pleno. El informe de Corfo destaca un problema recurrente en la región: el lento o escaso crecimiento de estas empresas, lo que las deja en desventaja frente a competidores de otras regiones del país. Este estancamiento no sólo afecta a los empresarios, sino también a la comunidad, que depende de ellas para generar empleo y dinamizar la economía local.

La falta de productos y procesos con valor agregado es otro punto crítico. Las Pymes de Magallanes tienen un enorme potencial para desarrollar productos únicos que reflejen la riqueza natural y cultural de la región, pero no cuentan con los recursos ni las capacidades para hacerlo. Sin valor agregado, las empresas locales difícilmente podrán competir en un mercado globalizado que exige innovación y diferenciación. 

Otro de los problemas evidenciados en el informe es el bajo nivel de ventas y la escasa rentabilidad de las Pymes en la región. Sin ventas suficientes, las empresas no pueden crecer ni reinvertir en sus operaciones, lo que perpetúa un ciclo de bajo desarrollo económico. Esta situación se agrava por las dificultades logísticas y los altos costos operativos que enfrenta la región austral. Magallanes, al estar aislada geográficamente, requiere de un esfuerzo extra para que sus empresas puedan prosperar y, hasta ahora, ese esfuerzo no ha sido lo suficientemente apoyado.

El bajo impacto que estas Pymes tienen en la economía regional es quizás uno de los puntos más alarmantes del informe de Corfo. Si bien existen iniciativas individuales que logran cierto éxito, en su conjunto, las empresas locales no están logrando generar el impulso necesario para mover la economía magallánica hacia un desarrollo sostenible. La falta de una estrategia coordinada y de políticas públicas orientadas a fomentar un crecimiento inclusivo y de largo plazo está pasando factura.

El llamado de Corfo al gobierno regional para inyectar 10 mil millones de pesos en un programa de fomento productivo es una oportunidad que no se puede desperdiciar. Este financiamiento no sólo debe dirigirse a paliar los problemas actuales, sino también a impulsar un cambio estructural en la manera en que las Pymes operan en Magallanes. Es necesario invertir en capacitación, innovación y tecnología para que las empresas locales puedan desarrollar productos con valor agregado, mejorar su competitividad y aumentar su impacto en la economía regional.

El apoyo financiero es crucial, pero también lo es el diseño de políticas que promuevan la asociatividad entre las empresas, la creación de redes comerciales sólidas y la integración de las Pymes en cadenas de valor nacionales e internacionales. Además, es imperativo que el Estado y los actores privados trabajen de la mano para crear un entorno favorable para el emprendimiento y la innovación, con incentivos claros y apoyo técnico especializado.