La ultraderecha logró una victoria histórica en Austria

• La colectividad liderada por Herbert Kickl subió 13 puntos porcentuales respecto a sus resultados de 2019.

El partido ultranacionalista FPÖ, de extrema derecha, ganó por primera vez las elecciones parlamentarias en Austria, al lograr el 29,2% de los votos, según las primeras proyecciones basadas en voto real, por delante del conservador ÖVP, que tuvo el 26,5%.

El partido de extrema derecha subió 13 puntos porcentuales respecto a sus resultados de 2019, con su mensaje anti inmigración y crítico con las medidas tomadas por el actual gobierno, de conservadores y ecologistas, para controlar la pandemia de la Covid-19.

El Partido Popular austríaco (ÖVP), líder del Ejecutivo saliente, perdió once puntos desde las últimas elecciones. Los socialdemócrata SPÖ serán la tercera fuerza, con el 21,1%Entrará al parlamento austriaco el partido liberal Neos (9%) y Los Verdes (8 %) que es el socio minoritario del actual gobierno, perdió más de cinco puntos.

Herbert Kickl es el líder de este partido y se autodenomina Volkskanzler, en español un “canciller del pueblo”, el título utilizado por Adolf Hitler en la década de 1930. En caso de formar gobierno deberá realizar una coalición, difícil por el momento, ya que el resto de los partidos han adelantado su negativa a formar coalición con el FPÖ. Este domingo, Kickl se mostró satisfecho con las proyecciones electorales: “Los votantes han hablado”, señaló, y pidió a los demás partidos y también al presidente federal, Alexander Van Der Bellen, “recapacitar” y asumir la petición de cambio de rumbo.

Uno de los principales temas en la campaña fue la migración, cuya posición es muy cercana a la predicada por Viktor Orbán en el país vecino, Hungría. El FPÖ llegó a predicar la vuelta a la “homogeneidad racial”.

Entre sus medidas, plantea la deportación de inmigrantes que violan la ley, la reducción o prohibición de las concesiones de asilo y la admisión de menos inmigrantes en la economía. Incluso limitar los beneficios sociales a los austriacos nativos.

La guerra en Ucrania es otro de los motivos de peso que hizo que los austriacos fueran seducidos por el populismo de Kickl. Tiene una postura pro rusa, critica el envío de armamento a Ucrania, como ya han hecho sus homólogos en Países Bajos o Hungría. De hecho, Austria y Hungría son los únicos países que no enviaron armas a Ucrania.